Un ciudadano sueco consiguió que la Justicia califique su pasión por ese tipo de música como una invalidez por lo que ahora recibirá una importate suma de dinero.
Los detalles
La Justicia de Suecia determinó que Roger Tullgren, de 42 años, padece una invalidez por su adicción al “Heavy Metal” por lo que el Estado deberá ahora subsidiarlo para garantizar su normal forma de vida.
Según un juez, Tulleren “no puede desempeñar su trabajo sin someterse a intensivas sesiones de heavy”. El magistrado aclaró, además, que en muchas ocasiones las mismas representan un problema para que se desempeñe bien en su empleo.
Todo comenzó cuando despidieron, una vez más, a este fanático que “durante 2006 asistió a más de 300 recitales”, según informó el diario El Mundo.
La adicción de Tulleren se inició cuando en 1971 su hermano mayor le hizo escuchar un disco de Black Sabbath. Ahora, hacía 10 años que solicitaba que la Justicia reconozca su pasión musical como una dependencia que le generaba problemas.
Finalmente, el fanático obtuvo una respuesta: podrá trabajar sólo media jornada y recibirá un subsidio de 400 euros mensuales.
Tullgren se desempeña como lavaplatos y su nuevo jefe le permite vestirse con las prendas características del Hevy Metal decoradas con cuero y tachas.
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