28 de octubre de 2007
Uno de cada tres españoles asegura que el cambio horario de invierno le afecta negativamente y que sufre, como consecuencia, alteraciones en el sueño, cansancio y dificultades para levantarse por las mañanas, según un estudio realizado por la compañía Philips. La pasada madrugada, a las 3.00 horas, comenzó el horario de invierno y los relojes se han retrasado 60 minutos, a las 2.00 horas.
El análisis, basado en una muestra de 1.830 ciudadanos de entre 18 y 55 años, revela además que cuatro de cada diez españoles lleva peor el cambio horario de invierno, que hace que amanezca más temprano y oscurezca antes, que el de verano, aunque sólo el 14% considera que es muy molesto y que lo suprimiría. Entre las principales consecuencias, el 23% afirma que padece alteraciones en el sueño, mientras que el 21% se siente cansado y el 20% dice que le cuesta levantarse por las mañanas. Aún así, el 66% de los encuestados considera que adaptar los relojes a las horas de luz es una medida efectiva para ahorrar energía, y sólo algunas personas mayores dudan de la eficacia de la medida.
Los gallegos son los que peor llevan el cambio horario de invierno, ya que un 43% considera que les afecta de forma negativa y un 30% asegura que le resulta molesto y lo suprimirían. Los gallegos también son los que dicen sufrir más alteraciones en el sueño, mientras que los castellanomanchegos son los que se sienten más cansados (35%). Por el contrario, los andaluces opinan que, en general, están despiertos por las mañanas.
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