lunes, 29 de abril de 2013

Abren esperanza para la

esclerosis múltiple


Científicos del hospital de Parapléjicos de Toledo

TOLEDO, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El Grupo de Neurobiología del Desarrollo-GNDe, del Hospital Nacional de Parapléjicos, dirigido por el doctor Fernando de Castro, han identificado cómo dos nuevos agentes farmacológicos, denominados VP1.15 y TC3.6, incrementan la supervivencia y diferenciación de los precursores de oligodendrocitos hacia oligodendrocitos mielinizantes. Estas últimas células son las que mueren en las enfermedades desmielinizantes, como la esclerosis múltiple.

   El estudio se ha realizado con precursores de oligodendrocitos aislados de cerebros de ratón (postnatal y adulto) y también de los que han aislado de muestras neuroquirúrgicas de cerebro de pacientes adulto, lo que confiere a este estudio una especial importancia, ha informado el centro hospitalario en nota de prensa.

   Tras demostrar que todos los precursores de oligodendrocitos expresan fosfodiesterasa-7, el artículo, publicado en la prestigiosa revista Cellular and Molecular Life Science, muestra cómo los citados fármacos, sintetizados por el grupo de la doctora Ana Martínez (Instituto de Química Médica-CSIC, en Madrid) inhiben esta enzima, aumentan así la supervivencia de los precursores de oligodendrocitos y aceleran su diferenciación a células que forman mielina.

NUEVOS HORIZONTES

 
   El estudio publicado por Eva Medina-Rodríguez, Ana Bribián, Fernando de Castro, investigadores del Hospital Nacional de Parapléjicos, y sus colaboradores, resulta especialmente relevante de cara a pensar en el desarrollo de terapias reparadoras del daño en enfermedades como la esclerosis múltiple, donde mueren parte de los oligodendrocitos del sistema nervioso central adulto y se forman placas de desmielinización, al perderse la mielina de estas células que recubre los axones y facilita la transmisión del impulso nervioso.

   Hasta la fecha, la esclerosis múltiple se trata sólo con inmunomoduladores que modifican el curso de la enfermedad, pero no hay ningún tratamiento que reponga el daño (los oligodendrocitos muertos, la mielina perdida).

   Este tipo de aproximaciones son muy esperanzadoras porque entre el 3 y el 8% del total de células del sistema nervioso central de un adulto son precursores de oligodendrocitos. Estas células reaccionan normalmente ante el daño desmielinizante e incluso son capaces de reponerlo de forma espontánea, total o parcialmente, pero por motivos desconocidos, cuando se establece la enfermedad su capacidad reparadora endógena se ve superada y aparece el daño.

   Tanto el grupo de la doctora Martínez, como el Grupo de Neurobiología del Desarrollo-GNDe del doctor de Castro, forman parte de la Red Española de Esclerosis Múltiple (www.reem.es), una de las Re Tics del Instituto de Salud Carlos III (actualmente, parte del Ministerio de Economía y Competitividad).

PRUEBAS EN CÉLULAS NORMALES

 
   Los hallazgos del grupo dirigido por el doctor De Castro son también de gran interés para probar en células fisiológicas, normales, las que están en el cerebro de los pacientes, los diferentes tratamientos que puedan desarrollarse en un futuro.

   Hasta ahora, se había planteado la obtención de células mielinizantes del tipo oligodendroglial a partir de células madre pluripotentes inducidas (iPS), la técnica desarrollada por el Dr.Shinya Yamanaka por la que este investigador obtuvo el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en su última edición de forma compartida con el Prof. Gurdon.

   Aunque muy potente, el uso de iPS no está exento de riesgos y estudios comparativos en las células normales, como los desarrollados por el grupo que dirige el Dr. de Castro, son indispensables para poder comprobar los efectos de los nuevos fármacos y acelerar en lo posible su aceptación como terapia para los enfermos de esclerosis múltiple.

   Este estudio que alberga la revista Cellular and Molecular Life Science, es  segundo artículo que se publica en todo el mundo sobre la fisiología de los precursores de oligodendrocitos aislados de cerebro humano adulto sin modificar. En el primero, publicado a finales de 2008, se analizaron los efectos de uno de los fármacos inmunomoduladores de nueva generación para esclerosis múltiple, el fingolimod.

viernes, 26 de abril de 2013

Algún día, el 'perfil' de

los autoanticuerpos podrían

ayudar a detectar las

enfermedades

Aparecieron diferencias en un estudio de personas con afecciones como el Alzheimer y el cáncer de mama


Mary Elizabeth Dallas - 19 de abril, 2013
La sangre humana contiene miles de autoanticuerpos que podrían servir como señales de ciertas enfermedades, según un estudio reciente.
Los investigadores hallaron que cada persona tiene un perfil exclusivo de autoanticuerpos, que permanece constante con el tiempo.

Las personas que sufren de Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple y cáncer de mama tenían unos números mucho más bajos de autoanticuerpos que sus pares, mostró el estudio.

"Esta investigación respalda nuestra propuesta de que los perfiles de autoanticuerpos podrían ser útiles como biomarcadores diagnósticos para una amplia variedad de enfermedades", señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de Medicina y Odontología de Nueva Jersey el autor para correspondencia del estudio, Robert Nagele, director del Centro de
Descubrimiento de Biomarcadores de la Facultad de Medicina Osteopática de la universidad.

Los autoanticuerpos son proteínas liberadas por el sistema inmunitario que atacan a partes del cuerpo, en lugar de dirigirse a los "invasores" foráneos.

Para llevar a cabo el nuevo estudio, los investigadores examinaron el perfil de la respuesta inmunitaria de 166 personas. Entre los participantes había grupos de pacientes con distintas afecciones médicas.

Los perfiles de autoanticuerpos de los participantes se veían afectados por su edad, sexo y enfermedad. Los autoanticuerpos parecían vincularse con los antígenos (unas sustancias dentro de los órganos y tejidos de todo el cuerpo) en respuesta a las lesiones y a las enfermedades, y ayudar a las células a deshacerse de los residuos.

A medida que las personas envejecen, el número de autoanticuerpos detectables aumenta, hallaron los investigadores. Y las mujeres tienen significativamente más autoanticuerpos que los hombres. Esto podría asociarse con las tasas más altas de enfermedades autoinmunes entre las mujeres, sugirieron los investigadores.

"Dada la evidencia que respalda la abundancia de autoanticuerpos, es probable que haya incluso más autoanticuerpos que se producen naturalmente y que nosotros no pudimos detectar", concluyó Nagele. "El complejo perfil de autoanticuerpos sugiere que desempeñan una función esencial, y la eliminación de los desperdicios generados a diario por el cuerpo es una opción razonable".

El estudio fue publicado el 2 de abril en la revista PLoS ONE.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
 
FUENTE: University of Medicine and Dentistry of New Jersey, news release, April 9, 2013
HealthDay

lunes, 22 de abril de 2013

Un estudio relaciona el

daño del nervio óptico

con la evolución de la

esclerosis múltiple

  • Una prueba oftalmológica inocua y que apenas se prolonga unos segundos puede ayudar a tomar decisiones en el tratamiento de la enfermedad.

  • El tratamiento de la esclerosis está enfocado a que la patología no empeore a largo plazo, por lo que este marcador podría ser muy importante.

  •  Un estudio realizado por profesionales del Hospital Miguel Servet de Zaragoza ha demostrado que existe relación entre el daño del nervio óptico y la pérdida de calidad de vida de los enfermos de esclerosis múltiple, dato que puede ayudar a determinar si el tratamiento que sigue el enfermo es el adecuado.

    Fuentes del Gobierno de Aragón explican en una nota de prensa que este estudio demuestra que una prueba oftalmológica inocua y que apenas se prolonga unos segundos puede ayudar a tomar decisiones en el tratamiento de la esclerosis múltiple, una enfermedad del sistema nervioso central muy compleja e impredecible en su evolución.

    La prueba, llamada tomografía de coherencia óptica (OCT), permite realizar un escáner del ojo sin radiación y por tanto aporta de forma no agresiva un estudio detallado del nervio óptico y de todas las capas de la retina.

    Esta prueba ha supuesto un cambio muy importante en el ámbito oftalmológico y en el de otras especialidades, como la Neurología.

    El estudio en el que se relacionan los resultados de esta prueba con la calidad de vida de los enfermos de esclerosis múltiple, trabajo en el que colaboran conjuntamente neurólogos y oftalmólogos, ha sido publicado en Neurology, una de las revistas internacionales de mayor impacto científico.

    Según explica la oftalmóloga Elena García-Martín, en esta investigación los oftalmólogos valoran la lesión en el nervio óptico, concretamente en los axones, que son prolongaciones de la neurona; los neurofisiólogos analizan si hay alteraciones en la transmisión de la información del ojo al cerebro, y los neurólogos analizan la enfermedad, en este caso, la esclerosis múltiple.

    Podría ser un biomarcador


    "Uno de los retos en la investigación en esclerosis múltiple es encontrar biomarcadores, es decir, unos parámetros —analíticos, radiológicos o de estudios neurofisiológicos— que nos puedan definir el diagnóstico, o nos puedan predecir una respuesta al tratamiento o un pronóstico", explica por su parte el neurólogo Jesús Martín.

    Así, la tomografía de coherencia óptica podría constituirse como un biomarcador de primera magnitud en aspectos como pueden ser los pronósticos: si este marcador empeora, es que la enfermedad progresa o no está bien controlada, indica Martín.

    La esclerosis múltiple es una enfermedad incapacitante que afecta a población joven, de entre 25 y 45 años y sus tratamientos tienen como objetivo que la patología no empeore a largo plazo, por lo que es de considerable valor encontrar pruebas que orienten a los especialistas, a más corto plazo, sobre la progresión de la enfermedad


    viernes, 12 de abril de 2013

    Tecfidera aprobado para

    el tratamiento a largo plazo

    de la Esclerosis Múltiple



    redpacientes.com - 05 de Abril de 2013

    La FDA anunció el 27 de marzo de 2013, que se ha aprobado Tecfidera (dimetil fumarato o DMF, antes conocido como BG-12) como terapia de primera línea para el tratamiento a largo plazo de las formas recurrentes de la esclerosis múltiple.

    Tecfidera es el décimo fármaco aprobado como un tratamiento modificador de la enfermedad (DMT) para el tratamiento a largo plazo de la esclerosis múltiple. Se administra en forma de pastillas por vía oral y es el tercer DMT oral aprobado para esta enfermedad. La dosis aprobada es de 240 mg que se toma dos veces al día. Los medicamentos orales anteriores que fueron aprobados  son Gilenya en 2010 y Aubagio en 2012.

    Existen cinco DMTs para la esclerosis múltiple que se toman a través de la auto-inyección, el primero de los cuales fue aprobado en 1993, y los otros dos DMTs se administran por inyección intravenosa. Si bien ninguno de estos tratamientos puede curar la esclerosis múltiple, todos ellos han demostrado ser eficaces para reducir el número y la gravedad de las recaídas (brotes de la enfermedad), disminuir la actividad de la enfermedad (en términos de menos lesiones y menos lesiones activas en el cerebro), y en algunos casos, una progresión más lenta de la enfermedad.

    Este fármaco también se ha utilizado durante muchos años en Europa y en otras partes para tratar la psoriasis, y también se ha utilizado como un fungicida y como un desecante en la fabricación de muebles.

    Dos ensayos controlados con placebo de fase III sirvieron de base para su aprobación, dijo la agencia. En estos ensayos llamados DEFINE y CONFIRM , se inscribieron un total de 2.700 pacientes. Además de comparar el fármaco con placebo, el ensayo CONFIRM incluyó un tercer brazo con acetato de glatiramer abierto (Copaxone), un fármaco inyectable estándar para la esclerosis múltiple.

    Ambos ensayos demostraron que dimetilfumarato fue superior al placebo en la prevención de recaídas y en retrasar la progresión de la discapacidad. También parece ser algo más eficaz que el acetato de glatiramer en el estudio CONFIRM.

    Los efectos adversos más frecuentes fueron trastornos gastrointestinales y enrojecimiento del rostro. La FDA también observó que el fármaco tiene un riesgo de linfocitopenia, aunque las infecciones no parece haber aumentado como resultado de los estudios de fase III.

    Russell Katz, MD, director de la División de Productos de Neurología en el Centro de la FDA para la Evaluación e Investigación de Fármacos, dijo:

    "Ningún fármaco proporciona una cura para la esclerosis múltiple por lo que es importante es tener una variedad de opciones de tratamiento disponibles para los pacientes".

    Fuentes: MedpageToday y MSAA

     

    jueves, 11 de abril de 2013

    Sugieren un función protectora

    de las proteínas amiloides en la

     neurodegeneración



    Ernesto Ortega - ABC.es - 4 Abril 2013

    Las proteínas amiloides, cuyo negativo papel en la enfermedad de Alzhéimer sigue en investigación podrían, sin embargo, tener una función positiva en otra enfermedad neurológica: la esclerosis múltiple.

    Según un estudio de la Universidad de Stanford (EE.UU.), pequeñas porciones de varias proteínas formadoras de la placa amiloide (tau y proteínas priónicas) podrían aliviar los síntomas de la esclerosis múltiple.

    Estos datos, publicados en Science Translational Medicine, contradicen lo que hasta ahora se pensaba de estas proteínas; es decir, que estos fragmentos pueden formar largos tentáculos o fibrillas, que serían perjudiciales para la salud del nervio.

    Este trabajo va en la misma dirección que uno previo que ya mostró que una proteína formadora de la llamada beta amiloide podría revertir los síntomas de la esclerosis múltiple en ratones. Estas dos investigaciones parecer «rehabilitar» la reputación de las proteínas que forman estos enredos o placas amiloides. «Lo que estamos encontrando es que, al menos bajo determinadas circunstancias, estos péptidos amiloides en realidad ayudan al cerebro», asegura Lawrence Steinman, autor del estudio. Esto, continúa, «requerirá un cambio en las creencias fundamentales acerca de la neurodegeneración y las enfermedades como la esclerosis múltiple, el alzhéimer y el párkinson» Steinman es un destacado experto en la esclerosis múltiple cuya investigación condujo al desarrollo del anticuerpo monoclonal natalizumab, un tratamiento eficaz para esta enfermedad.

    Cambio de concepto

    En conjunto, los estudios suponen un cambio radical de concepto: nuestro organismo podría generar proteínas precursoras amiloides como un mecanismo protector, en lugar de ser destructivo. En concreto, la investigación de Steinman muestra que estas proteínas pueden funcionar como «guardianes moleculares», acompañando y eliminando los sitios de lesión de las moléculas específicas implicadas en la inflamación y respuestas inmunitarias inapropiadas.

    Las conclusiones pueden parecer sorprendentes, especialmente porque hasta ahora no ha habido indicios de investigaciones previas que indicaran que las proteínas formadoras de amiloide pudieran no ser del todo perjudiciales. Lo que Steiman y su equipo han visto es que, en un modelo animal de esclerosis múltiple -ratas- la inhibición o la anulación de la expresión de varias de estas proteínas bloquea el curso de la enfermedad. «Sabemos que el organismo produce una gran cantidad de amiloide que forman las proteínas en respuesta a la lesión. Y nosotros tenemos dudas de que ello produzca más daño. Por ejemplo, la proteína prión se encuentra en cada célula de nuestro cuerpo. ¿Qué está haciendo? Es posible que cualquier maniobra terapéutica para eliminar todas estas proteínas podría interferir con la función de sus recursos naturales».

    El experto reconoce que para comprender cómo se forman las amiloides hace falta una gran comprensión de la biología de las proteínas, que son esencialmente cadenas de compuestos más pequeños -aminoácidos- unidos de extremo a extremo. Una vez que se forman, estas cadenas de proteínas se retuercen y doblan en formas tridimensionales que encajan entre sí como las llaves y las cerraduras para hacer el trabajo de la célula. Y, se cree que una proteína no es capaz de ejecutar correctamente sus funciones y por eso debe ser eliminada. En el caso de las proteínas precursoras de amiloide -un grupo de alrededor de 20-, se conoce que inician una reacción en cadena con otras proteínas mal plegadas, formando largas cadenas, insolubles, llamadas fibrillas que se enmarañan juntas para formar grupos de amiloide, unas agrupaciones que aparecen en los cerebros de las personas con enfermedades neurodegenerativas, alzhéimer y esclerosis múltiple, pero no en los cerebros de personas sanas.

    Neurodegeneración

    Y, según detalla Steiman, aunque se piensa que estos grupos son perjudiciales para las células nerviosas, todavía hoy día no está completamente claro cómo causan el daño. Una posibilidad, apunta, es la capacidad de las fibrillas para formar poros cilíndricos que podrían interrumpir la membrana celular e interferir con el flujo ordenado de iones y moléculas utilizadas por las células para comunicar y transmitir señales nerviosas. En cualquier caso, su presencia sugiere un diagnóstico de neurodegeneración para muchos médicos, entre ellos, hasta hace poco, el propio Steinman.


    «Empezamos esta investigación -reconoce el investigador- porque estas moléculas están presentes en los cerebros de personas con esclerosis múltiple. Esperábamos que la presencia de beta amiloide en animales de laboratorio causara una forma más grave de la enfermedad. Sin embargo, hemos visto una gran cantidad de beneficios».

    Intrigados por los resultados del primer estudio, los científicos analizaron el efecto de pequeñas porciones de seis aminoácidos de varios formadores de amiloide, incluyendo proteínas beta amiloide, que compartían una estructura tridimensional. Los resultados mostraron que casi todas las moléculas de proteína pequeñas, o hexámeros, también eran capaces de revertir temporalmente los síntomas de la esclerosis múltiple en ratones, ya que, cuando se detuvo el tratamiento, los ratones desarrollaron signos de la enfermedad a los pocos días.

    Los investigadores observaron, no obstante, que el efecto curativo de los hexámeros estaba vinculado a su capacidad de formar fibrillas similares, pero no idénticas, a sus moléculas parentales más largas. Por ejemplo, estas fibrillas de hexámeros simplificados se forman y descomponen más fácilmente que los compuestos de proteínas enteras y se cree que no son capaces formar los poros cilíndricos que podrían dañar las membranas celulares, además de que parecen inhibir la formación de fibrillas de proteínas de longitud completa, quizás mediante el bloqueo, o no promover la reacción en cadena que inicia la formación de fibrillas.

    Proteínas protectoras

    Cuando Steinman y sus colegas mezclaron los hexámeros formadores de fibrillas con el plasma sanguíneo de tres personas con esclerosis múltiple, vieron con sorpresa que las fibrillas se unían y eliminaban la solución de muchas moléculas potencialmente perjudiciales implicadas en la inflamación y la respuesta inmune. «Estas fibrillas de hexámeros parecen actuar para eliminar los productos químicos peligrosos de la proximidad de la lesión», señala Steinman.

    El experto cree que toda esta información podría ser muy útil para el tratamiento de situaciones, como los accidentes cerebrovasculares y traumatismos cerebrales y, desde luego, para el alzhéimer. Por eso, señala Steiman, es el momento de pasar del «laboratorio a la clínica».

    miércoles, 10 de abril de 2013

    Investigadores españoles ponen

    en marcha un proyecto de

    investigación con células madre

    sobre la esclerosis múltiple


    Departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma (Madrid)

    MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

       Investigadores del Departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han puesto en marcha el proyecto de investigación que pretende indagar, mediante procesos de diferenciación celular, el impacto de los virus en los oligodendrocitos y su relación con los procesos de desmielinización asociados a la esclerosis múltiple.
       En concreto, la iniciativa se titula 'Derivación de oligodendrocitos desde células pluripotentes. Efecto de la infección por herpesvirus de oligodendrocitos y su posible vinculación con enfermedades desmielizantes y neurodegenerativas' y, actualmente, se encuentra en fase preliminar de preparación de los equipos de investigación, las instalaciones y el material fungible y de inventario. Está financiada por la empresa de crioconservación Vidaplus Células Madre.

       En este sentido, según han informado los expertos, el proyecto parte de la hipótesis de que el sistema inmune no está implicado en las primeras fases de la esclerosis múltiple, sino que amplificaría el daño tisular posterior.

       Los estudios previos de pacientes fallecidos de un brote de la enfermedad no muestran la infiltración de linfocitos T, típica en el sistema nervioso central, lo que parece apuntar hacia algún patógeno o factor genético como causante de la desmielinización inicial. En este contexto, los virus no se presentan como candidatos factibles, si no como agentes etiológicos, como factores de riesgo.

       Y es que, uno de los principales problemas a la hora de abordar este tipo de enfermedades neurodegenerativas y/o desmielinizantes es la obtención de suficiente material de origen primario para el estudio. En este sentido, la diferenciación o derivación de células con características mielinizantes a partir de células multi o pluripotentes, comúnmente denominadas células madre, de diferentes orígenes podría suponer una ventaja sustancial para el desarrollo científico del proyecto.

       Así, el estudio se ha fijado como objetivos estudiar la capacidad proliferativa y expansión clonal de las células precursoras de oligodendrocitos derivados de la diferenciación celular en distintos medios de cultivo; caracterizar la diferenciación oligodendrocítica de las líneas celulares que se van a utilizar; estudiar la susceptibilidad a la infección por HSV-1 de oligodendrocitos con diferentes grados de diferenciación.

       Además, va a estudiar la infección diferencial de otros herpesvirus en líneas celulares oligodendrocíticas; los procesos iniciales y finales de la infección de células oligodendrocíticas completamente desconocidos; el transporte intrecelular de los componentes víricos y el efecto de la infección viral en el funcionamiento de distintas estaciones de tráfico celular; la capacidad mielinizante de líneas celulares oligodendrocíticas en cultivos mixtos con neuronas, y la infección glial en modelos murinos in vivo.

       El equipo está dirigido por el director del Departamento de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de la Universidad Autónoma de Madrid (CBM-CSIC-UAM), José Antonio López Guerrero, y cuenta con la participación del laboratorio del jefe del Grupo de Neurobiología del Desarrollo-GNDe del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, Fernando de Castro Suobriet.