Algunas condiciones neurológicas o psiquiátricas pueden producir diferencias sutiles en el cerebro. Para poder captarlas primero se debe entender cómo es el cerebro de un individuo sano. Esto es lo que ha conseguido el atlas del cerebro humano, que ya está disponible.
Esther Román Cantón 08/10/2007
Un equipo multinacional de investigadores, coordinados por Arthur Toga, profesor del Departamento de Neurología de la
Universidad de California Los Ángeles (UCLA), ha completado el atlas del cerebro humano a partir de los escáneres cerebrales de 7.000 individuos sanos de nueve países. La consecución de un mapa detallado de este órgano ofrecerá a los investigadores una herramienta básica para entender mejor diversas enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson o la esquizofrenia. ¿Cómo surgió esta iniciativa y cómo se ha llevado a cabo?
-El atlas del cerebro humano ha sido la continuación de los esfuerzos realizados por un cirujano francés que se centró en las estructuras más profundas del cerebro, pero los análisis que él estaba utilizando no funcionaban para el córtex. Gracias a los escáneres de miles de personas sanas desarrollamos un protocolo de análisis para poder observar las diferencias entre ellas y los individuos enfermos.
¿Qué destacaría de lo que ya saben sobre el cerebro?
-Su plasticidad y adaptabilidad ante los cambios. Siempre se ha subestimado lo adaptable que era y esta capacidad es mucho mayor de lo que se había pensado.
¿En el atlas del cerebro se han incluido enfermedades psiquiátricas?
-Sí. Por ejemplo, la esquizofrenia y los trastornos depresivos.
En el caso de la depresión hemos estudiado cómo afecta en los distintos grupos de edad y los cambios que se producen en la estructura del cerebro. Sabemos que pasa mucho tiempo hasta que se producen los cambios morfológicos. Además, es muy difícil realizar un estudio con pacientes depresivos porque normalmente ya están bajo tratamiento, por lo que hay que tener mucho cuidado al interpretar los resultados.
Con relación a la esquizofrenia hemos diferenciado entre las personas que sufrían episodios puntuales y aquéllas que habían tenido la enfermedad de forma crónica y cómo afectaban los distintos tipos de fármacos que estaban tomando. Lo que ahora está claro es que la esquizofrenia no es sólo una enfermedad sino la mezcla de varias.
¿Qué dirección ha tomado la investigación en Alzheimer?
-En Estados Unidos estamos realizando un estudio sobre el Alzheimer y deterioro cognitivo leve, con una muestra de 800 personas a las que se hicieron escáneres cada seis meses durante seis años, a las que se sometió a pruebas cognitivas y genéticas. Todavía no hay resultados concretos ni un biomarcador específico, pero a partir de todos los datos recogidos seguimos investigando.
¿Hay algún dato destacable por el momento?
-Hemos entendido mejor la pérdida de la materia gris. Durante las primeras fases del Alzheimer se produce pérdida de materia gris primero en la estructura límbica y después en otras regiones del cerebro. Es muy interesante haber podido realizar las mediciones en la primera fase de la enfermedad de Alzheimer y ver cómo esta pérdida va afectando al cerebro y las consecuencias que tiene sobre el comportamiento.
¿Cómo y cuándo se adquiere la lateralidad?
-La lateralidad es una combinación de la experiencia y de la genética. Aún no sabemos en qué momento se adquiere pero está claro que desde niños potenciamos más un lado del cuerpo que el otro. El hecho de ser diestro o zurdo no significa que una parte del cerebro esté más desarrollada que la otra.
¿Cuál es la relación entre las patologías neurológicas y cardiovasculares?
-Ambas van de la mano. Las enfermedades cardiovasculares afectan al cerebro porque éste es muy vascular. De ahí la importancia de la salud cardiovascular para algunas zonas del cerebro, porque la capacidad cognitiva se ve afectada.
¿Cuáles son los retos de la neurología ante el futuro?
-Son muchos, pero quizá debemos centrar todos nuestros esfuerzos en conocer cómo es y qué pasa en el cerebro sano para saber cuáles son las diferencias respecto al cerebro enfermo.
CUESTIÓN DE SEXOS
¿Qué diferencia el cerebro del hombre y el de la mujer?
"Las hormonas afectan al cerebro desde que nacemos y uno de los momentos en que más influyen es durante la pubertad, cuando se determina cómo se organiza nuestro cerebro, cómo reacciona y cómo se estimula".
En realidad, la diferencia entre sexos estriba en el ritmo al que se desarrollan las áreas cerebrales. Tampoco hay diferencias significativas en cuanto a la prevalencia de enfermedades neurológicas, "aunque en la esclerosis múltiple, por ejemplo, las mujeres tienen ventaja porque sus hormonas poseen un efecto neuroprotector".
Mapa de probabilidad en Alzheimer
Un mapa de probabilidad cifrado por color, mostrado sobre un modelo gráfico 3D del córtex superficial de pacientes de Alzheimer, proporciona las probabilidades de desviación de las regiones corticales respecto a la norma. La variabilidad inherente en la anatomía cortical normal es codificada en forma de un campo de probabilidad superficial, conocido como un proceso de enrejado anisotrópico.
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