Àlex Barnet Barcelona
LA VANGUARDIA 21/10/2007
El número de conexiones a internet de banda ancha (ADSL y cable) crece, pero menos que en los últimos tiempos, y las cifras totales siguen dejando a España en un mal lugar dentro de la Unión Europea, por debajo de la media comunitaria y muy lejos de los países más conectados. Así lo confirma el ultimo estudio de Bruselas, uno más que pone el dedo en el "tapón digital" que desde hace años relega a España a lugares que de hecho están en la cola de las estadísticas continentales, aunque la entrada de nuevos países en la UE está creando un cojín estadístico que maquilla la realidad. Hay muchos factores que explican la situación española, como señala la Asociación de Internautas, entre ellos que los usuarios se topan con una de las peores ofertas comerciales de Europa en banda ancha.
Según la Unión Europea, España tiene 7,4 millones de conexiones de banda ancha y una penetración de esta tecnología del 16,8%, mientras que el promedio en la Unión Europea es del 18,2%. En la lista comunitaria, España ocupa el lugar número doce entre veintisiete países, aunque esta posición adquiere un sentido menos neutro si se observan los países que están por delante y, sobre todo, los que están detrás. El índice de penetración español, por ejemplo, está muy lejos de las naciones más avanzadas, como Dinamarca (37,2%) y Holanda (33,1%). El informe señala que la tecnología dominante en España, como ocurre en toda Europa, es el ADSL (78,5% de las líneas), y que el operador dominante aquí es Telefónica, con un 55,8% del mercado.
"Es inaceptable que la distancia entre los más avanzados y los más rezagados de Europa vaya en aumento", ha dicho en un comunicado la comisaria para la Sociedad de la Información, Viviane Reding. El acceso de calidad a internet multiplica por seis el de países como Grecia, Polonia, Rumanía y Bulgaria. Y es que la banda ancha no es un lujo, es una necesidad, según las autoridades europeas. Una internet con conexiones rápidas permite plantear negocios y servicios interactivos avanzados de todo tipo para usuarios y empresas. De ahí que la Comisión Europea quiera que en el año 2010 la banda ancha alcance una cobertura del 100% del territorio comunitario y llegue al 50% de los hogares.
Las malas notas de la banda ancha española no son una novedad, ya que se han repetido en la mayoría de informes internacionales sobre el tema. Antes del verano, la OCDE ya situaba a España por debajo de la media comunitaria y de muchos países occidentales. Un análisis de la consultora Forrester indicaba que estamos en la cola de Europa por el crecimiento del número de usuarios y a la cabeza en materia de precio, ya que aquí pagamos por una conexión de banda ancha de la misma velocidad en torno a un 30% más que la media europea.
La Asociación de Internautas (AI), que lleva años reclamando unas estrategias sociales y comerciales diferentes, indica que en los últimos meses se está produciendo un crecimiento a la baja y señala varios aspectos que explican el insuficiente despliegue de la banda ancha. El porcentaje de usuarios de internet en España es 8 puntos más bajo que la media de la UE. El número de ordenadores tampoco es favorable: España está 3 puntos por debajo de la media y a 30 puntos de países como Holanda. Otros argumentos son la falta de familiaridad con la tecnología (6 puntos superior en España que en la UE), la no disponibilidad de acceso por falta de infraestructuras y el factor precio.
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