Las etiquetas gráficas en los paquetes, las prohibiciones de publicidad de cigarrillos, la legislación de áreas libres de humo, el aumento en los precios de los cigarrillos y la prevención del contrabando y la falsificación de productos de tabaco se encuentran entre las maneras más efectivas de disuadir el tabaquismo, según investigadores que participaron en un estudio sobre las políticas internacionales de control del tabaco.
Las resoluciones sobre los niveles de alquitrán y nicotina en los cigarrillos no han sido tan efectivas como esos otros métodos, afirmaron los investigadores, quienes han estado estudiando el progreso del control del uso de tabaco al amparo de la Framework Convention on Tobacco Control (FCTC, Convención de marco para el control del tabaco).
Los 151 países que han ratificado el tratado, presentado por la Organización Mundial de la Salud, están obligados a implementar sus políticas en unos cuantos años.
"Por primera vez, estamos comenzando a evaluar científicamente qué políticas gubernamentales de control del tabaco funcionan y cuáles no", afirmó K. Michael Cummings, presidente del departamento de conductas de salud del Instituto oncológico Roswell Park de Buffalo, Nueva York.
"De la misma manera en que la medicina basada en evidencia se compone de una rigurosa evaluación de las opciones de tratamiento, nuestra meta es contribuir al desarrollo de una sólida base de ciencia para las políticas de control del tabaco", declaró Cummings.
Inició el estudio en cuatro países en 2002 y lo ha expandido a quince países con la ayuda de 60 investigadores de 17 institutos de investigación.
El estudio de Evaluación internacional de políticas de control del tabaco compara las conductas en el uso del tabaco en los países que han implementado políticas de control del tabaco con países, entre ellos los Estados Unidos, que no lo han hecho.
En cada país incluido en el estudio hay entre mil y dos mil participantes.
Varias políticas son efectivas, como las etiquetas gráficas de advertencia en los paquetes de cigarrillos.
"Nuestra investigación sobre las advertencias en los paquetes de cigarrillos ha revelado que tales advertencias, sobre todo si son grandes y gráficas, son más efectivas de lo que nos habíamos dado cuenta, sobre todo en países pobres que no pueden permitirse costosas campañas de mercadeo disuasorio", afirmó Cummings.
Pero la medida de la Unión Europea de fijar estándares de emisiones máximas de alquitrán y nicotina ha fracasado. La meta era reducir la toxicidad de los cigarrillos.
Sin embargo, el método de evaluación usado por la UE fue fallido, y los fabricantes de cigarrillos aumentaron la ventilación de los filtros para pasar la prueba, sin tener que reducir la toxicidad de los cigarrillos.
"La bien intencionada pero fallida política de la UE ha dado a los fumadores la falsa ilusión de que sus cigarrillos proveen menos alquitrán y nicotina, y ese no es el caso", señaló Cummings.
Los hallazgos iban a ser presentados el jueves en la reunión de la American Association for Cancer Research en Filadelfia
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