El Faro de Vigo
Bernat Soria Escoms (Carlet, 1951) es doctor en medicina y catedrático de Medicina Regenerativa, especialidad en la que ha investigado durante más de 25 años y en la que ha recibido el reconocimiento internacional. Lleva apenas unos meses en el Gobierno al que llegó por un compromiso personal con el presidente Zapatero. Pese a su nula experiencia política anterior se ha destacado por la claridad de sus ideas y la contundencia de sus argumentos, ampliando su compromiso como cabeza de lista del PSOE por Alicante
- ¿España goza de buena salud?
- Sí, sí, si tenemos en cuenta las expectativas de vida, las calificaciones que recibe el sistema nacional de salud y los servicios que se ofrecen. España tiene un buen sistema nacional de salud y en promedio su población goza de buena asistencia sanitaria y de buena salud.
- El ciudadano no se queja de la calidad pero sí de la atención que recibe. ¿Hay solución?
- Eso lo tenemos que solucionar. Hay un 70% de aprobación del sistema nacional de salud pero hay aspectos que no están resueltos. Las listas de espera, por ejemplo, aunque van mejorando. También la amabilidad del sistema, que los enfermos puedan estar en habitaciones individuales y que sus familiares les puedan acompañar.
- El modelo descentralizado ¿está consolidado?
- Está bastante consolidado, lo que ocurre es que a veces se nos olvida que hay competencias en las comunidades autónomas y también las hay en el Ministerio. El Gobierno es responsable de la coordinación, de la cohesión, de la calidad y de la equidad del sistema y trabajar en esos ámbitos significa hacerlo con las comunidades autónomas. Es un modelo útil, que acerca las decisiones a los ciudadanos.
- ¿Existe el riesgo de desequilibrios territoriales?
- En el servicio nacional de salud las diferencias deben ser mínimas y ahí es donde un ministro de Sanidad tiene mucho trabajo ... .
- ¿La financiación sigue siendo un problema irresoluto?
- Y lo va a ser durante muchos años. Las comunidades tienen necesidades similares y continuas, y el mecanismo que tenemos es vía impuestos. Las comunidades utilizan con baja intensidad esa vía porque no es popular, así es que dejamos que el Gobierno central sea quien cobre los impuestos y le pedimos recursos a papá Estado. Ahora tenemos ya un informe de 800 páginas en el que se describe comunidad por comunidad en qué gastamos el dinero
- ¿Cómo se deben abordar propuestas estatales, como la suya de salud bucodental hasta los 15 años, si los servicios los prestan las comunidades?
...Se lo está usted preguntando al ministro de Sanidad, no al de Economía (ríe) ...
- ... no pretendía ser hiriente ...
- (ríe de nuevo). Pero quiero contestar. Siendo estricto, cualquier prestación sanitaria está en manos de las comunidades. Pero si volvemos a la cuestión anterior sobre la equidad y de la cohesión lo que observa el ministro es que aunque transfiere la misma cantidad de dinero a todas las comunidades hay unas que ofrecen unos servicios y otras que no, y entonces tengo que hacer algo para resolverlo. Uno de los mecanismos es cofinanciar ese proceso de forma que lo que hacemos es invitar a todos lo que no están ofertando dentista gratis a todos los niños entre 7 y 15 años a que se incorporen. Claro está, la pretensión es que en cuatro o cinco años esa prestación forme parte del servicio global.
- ¿Hay algún riesgo de privatización del sistema público de salud?
- Yo creo que sí. Si se privatizan uno o dos hospitales, pues no, pero si esa es una tendencia creciente al final lo que ocurrirá es que los servicios de salud serán proporcionados por una empresa privada, que tendrá en sus manos todo el proceso. Ese es el punto al cual yo creo que no tenemos que llegar porque el día que una empresa privada sea quien decida cómo tenemos que dar los servicios de salud a nuestros ciudadanos el sistema nacional de salud se derrumba. Yo de lo que estoy en contra es que la salud sea un negocio, lo digo así de claro. Si entra una empresa privada es porque espera obtener un beneficio, que es su legítimo objetivo; lo que yo deseo es que si hay un beneficio no se quede en la empresa privada sino que se quede en el sistema público, de todos los ciudadanos españoles.
- ¿Se invierte lo suficiente en investigación en España?
- Me he pasado 25 años dando la misma respuesta y no la voy a cambiar por ser ministro: no, no se invierte bastante. Y hasta que no alcancemos el 3% del PIB estaremos en franco retroceso. No llegamos ni siquiera al 2% y eso que el presidente Zapatero se comprometió a doblar los fondos y lo ha cumplido, pero si el sector privado no hace lo mismo difícilmente llegaremos al 2%.
- Usted ha sido investigador científico, ¿cómo lleva el trabajo de ministro?
- Hay días que lo llevo bien y días que lo llevo mal. Son formatos distintos. Soy trabajador y no tiene mérito trabajar mucho como ministro, en mi caso. A mí me marea bastante el cambio de formato: como investigador ya es mucho publicar tres o cuatro artículos con afirmaciones muy sólidas, y en política estás obligado a atender varios ámbitos y a gran velocidad. Luego está el debate, las descalificaciones... Manuel Marín tenía razón el pasado jueves..., y a mi espalda tengo los escaños de Pujalte, Zaplana y Acebes.
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