A finales de 1998, se recibió en la Oficina de Marcas Comunitarias de Alicante (OAMI) una solicitud de marca presentada por el Instituto Roslin de Edimburgo que consistía en la foto de una oveja, a la que se dio el número 1.001.940. ¿Quién era esa oveja Pues ni más ni menos que la mundialmente famosa oveja Dolly, el primer mamífero que había sido clonado con en el año 1996. No obstante, en el año 2000, retiraron la solicitud de la marca que consistía en una foto de la oveja, y en otra solicitud formada simplemente por el nombre de Dolly.
Parece ser que la razón de la retirada, además de las razones legales, era que la salud de la oveja no era muy boyante. Los rumores se confirmaron en el año 2003, cuando el Instituto Roslin comunicó a la prensa que la oveja Dolly había sido sacrificada, debido a una enfermedad progresiva en sus pulmones y un tipo de artritis que la iba dejando cada vez más inmóvil.
Después de muchas otras clonaciones de animales, ahora sabemos que es muy difícil tener éxito en la clonación (la tasa de fracaso en la clonación animal, era del 98%) y que las células «envejecen prematuramente» porque la transfusión del núcleo de un animal «viejo» a un óvulo «joven», da lugar a un «ADN viejo», tal y como pasó con Dolly, haciendo que envejeciera prematuramente y tuviera que ser sacrificada. La vía de la clonación, para obtener órganos, tejidos de pacientes, había quedado seriamente dañada, porque no se conseguía superar el problema del «envejecimiento».
Pero a finales de noviembre, el equipo de investigadores de la Universidad de Kyoto en Japón dirigidos por Shinya Yamanaka, ha logrado reprogramar simples células de la piel (baratas y fáciles de conseguir) hasta convertirlas en células madre adultas, que pueden dar lugar, en principio, a todo tipo de células, por ejemplo nerviosas o del corazón. Sólo estamos al comienzo de un descubrimiento, y no sabemos cómo actuarán en los pacientes células tan rejuvenecidas que al implantarlas pueden transformarse en tumorales (problema que también afectaba a las terapias con células madre embrionarias) pero ya hay una serie de vías de investigación abiertas que dan esperanzas a los científicos como para creer que podrían superar ese tipo de problemas.
El doctor Yamanaka ha abierto sin duda una nueva puerta que ha dado esperanza a millones de enfermos en todo el mundo. No es de extrañar, que el padre de la oveja Dolly, el escocés Ian Willmut, haya optado por seguir la vía abierta por el doctor Yamanaka. Quién nos iba a decir que detrás de una marca se esconden, a veces, la historia de los descubrimientos científicos.
Claudio Martínez Möckel es funcionario de la OAMI.
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