Ahora le ha tocado a las asociaciones de pacientes batirse el cobre con el ministro de Sanidad. Y fiel a sus inacabables promesas, Bernat Soria se reunirá cada seis meses con los integrantes del Foro Abierto de Salud, nacido para ser la voz de los enfermos.
El objetivo es elaborar que Ministerio y sufridores (pacientes) intercambien información con el propósito de mejorar las cosas mal hechas en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Café para todos, parece decir Soria. Fue ese el llamado espíritu de la Transición. La primera reunión de las partes y ha tenido lugar, y el ministro alicantino se comprometió con enfermos y familiares a no dejar morir el invento que, por cierto, ampara la ley de Cohesión y Calidad del SNS. Detalle positivo.
Café para todos, parece decir Soria. Fue ese el llamado espíritu de la Transición. La primera reunión de las partes y ha tenido lugar, y el ministro alicantino se comprometió con enfermos y familiares a no dejar morir el invento que, por cierto, ampara la ley de Cohesión y Calidad del SNS. Detalle positivo.
Los pacientes podrán cantarle las cuarenta al ministro. Aunque él ya lo advertido: quiere que el debate se celebre sin faltar, que sea respetuoso con las competencias transferidas a las comunidades. Dejó entrever que no tolerará agresiones verbales ni gestos subidos de tono. Porque los ánimos de los pacientes están crispados, sí, y eso aflora en los debates.
Luego será el ministro quien tendrá que lidiar con las autonomías, especialmente las rivales, que no andan de buen rollo y buscan carnaza electoral. El Foro Abierto de Salud funcionará a través de la red informática del Ministerio de Sanidad y Consumo. Servirá, pues, para abrir una vía de comunicación y debate con las asociaciones de pacientes.
La herramienta informática ya está diseñada y Sanidad está a la espera de las mejoras que propongan las asociaciones de pacientes. Ya veremos. Será pieza de discusión clave la cartera de servicios del SNS, que habrá que actualizar de acuerdo a las necesidades del presente. Esto permitiría incorporar procedimientos, tecnologías y técnicas que hayan demostrado ser efectivas, seguras y eficientes, tras una evaluación rigurosa y el consenso de las CCAA y las organizaciones de pacientes.
Dicho así parece todo muy bonito. Otra cosa es la realidad. Intentos hubo plasmados sobre el papel y nunca vieron la luz. A Soria corresponde el mérito de haber roto la rutina. Es consciente de que la sanidad vende mucho y por ella se ganan votos o se pierden. Y sabe del momento delicado en el que vivimos. Por eso no baja la guardia. Por eso procura no tensar los nervios a Pepe Blanco, el hombre fuerte de las estadísticas en el PSOE. No vaya a ser que lo llame al orden como hizo con Elena Salgado.
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