domingo, 2 de diciembre de 2007

Pongalo por escrito

02/12/2007 LUIS Ordóñez
LA VOZ DE ASTURIAS

A Miguel Servet, que descubrió la circulación de la sangre, le quemaron los calvinistas porque sus ideas atentaban contra sus principios morales. Ya no se estila la hoguera, pero parecidos argumentos han llevado a una devota señora a tratar de llevar al banquillo a los científicos del Banco Andaluz de Células Madre, afortunadamente sin éxito. Carmen Areoso Villaverde, que es como se llama la denunciante, dijo que fue a los tribunales por "cumplir con su conciencia" y se quedó tan ancha. Que nadie dude de que cuando Calvino prendió el fuego en el que se asó Servet también lo hizo con la conciencia muy tranquila y muy sensibilizado , como Areoso, sobre lo herético que era el científico oscense.

No hubo caso, como se dice en las series de abogados, o al menos no se lo hicieron a Areoso que cumple ya una edad senecta y esperamos que con buena salud. Porque ese es otro lado de la historia que no se toma suficientemente en cuenta. Es decir, están todos los que se oponen a la investigación con células madre dispuestos a ponerlo por escrito? Un testamento moral de ese estilo se hace preciso para que, el día en que las investigaciones se concreten en un avance médico, tan escrupulosos ciudadanos renuncien a sus beneficios. Al menos los testigos de Jehová no dejan que les hagan transfusiones de sangre y están en su derecho (los mayores de edad, por favor). Que hagan lo mismo los anticelulares contemporáneos, pero por escrito y ante notario. Permítannos que dudemos de su firme resolución. Es que los que se oponían al divorcio no hacen más que separarse.

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