Un estudio analiza la veracidad de siete creencias extendidas como los efectos sobre la visión de leer con poca luz o que sólo usamos el 10% de nuestro cerebro
JANO.es · 21 Diciembre 2007
Tradicionalmente, el número navideño del "British Medical Journal" incluye artículos sobre investigaciones curiosas y otras en las que predomina el buen humor.
En su última edición del año, uno de los trabajo, firmado por un equipo de la Indiana University School of Medicine, aborda siete falsos mitos y creencias extendidas, incluso entre los profesionales médicos, por ejemplo, la necesidad de beber ocho vasos de agua al día, la presunta efectividad de afeitarse la cabeza para que el pelo nazca con más fuerza o la pérdida de visión derivada de leer con poca luz.
Los investigadores seleccionaron siete mitos médicos creíbles tanto los facultativos como por el resto de personas. El objetivo es aprobarlos o refutarlos en función de las evidencias disponibles. Sus resultados revelan que todas estas creencias o bien no se han demostrado de forma clara o son falsas.
Por ejemplo, indican que no existe evidencia de la necesidad de beber ocho vasos de agua al día. En realidad, los estudios sugieren que el consumo adecuado de líquidos a menudo se consigue al tomar zumo, leche e incluso bebidas con cafeína.
Según los investigadores, la creencia de que sólo utilizamos el 10% de nuestro cerebro está refutada por estudios en pacientes con daño cerebral, que sugieren que la lesión de casi cualquier área cerebral tiene efectos específicos y a largo plazo sobre las capacidades mentales, vegetativas y de conducta. Los estudios de imágenes también muestran que ninguna área del cerebro se encuentra inactiva por completo.
Otra de estas afirmaciones sin fundamento que incluyen los autores en su trabajo es que el pelo y las uñas continúan creciendo después de la muerte, lo que podría ser una ilusión óptica causada por la retracción de la piel que se produce después del fallecimiento. Los autores explican que el crecimiento real del pelo y las uñas requiere una compleja interacción de la regulación hormonal que no existe después de la muerte.
La ilusión óptica también podría ser responsable de la creencia de que el afeitado provoca que el pelo crezca más rápido, más oscuro y más fuerte. El pelo que crece después del afeitado no posee el estrechamiento del final del pelo no cortado, lo que da la impresión de grosor y fortaleza.
Por último, los investigadores opinan que leer con una luz débil no daña los ojos y tampoco existen pruebas que apoyen la prohibición de teléfonos móviles en los hospitales debido a interferencias electromagnéticas.
Señalan que, a pesar de su popularidad, estas creencias médicas no se apoyan en pruebas o son falsas y, por lo tanto, sugieren la necesidad de que los médicos evalúen de forma constante la validez de sus conocimientos.
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