Por Anne Harding
NUEVA YORK (Reuters Health) - Las personas que optan por comer en un restaurante "saludable" suelen consumir más calorías de las que ingerirían si concurren a un lugar de comida rápida sin proclamas de salud, indicó un estudio.
Investigadores hallaron que las personas subestiman tanto el contenido calórico de los alimentos servidos en restaurantes que consideran saludables que podrían aumentar rápidamente de peso.
Por ejemplo, "las personas piensan que la misma comida de 1.000 calorías tiene 159 calorías menos si es de Subway que si es de McDonald's", dijo a Reuters Health el doctor Pierre Chandon, de INSEAD en Fontainebleau, Francia.
"Si eligen consumir ese 'crédito calórico' ficticio en otro alimento y si comen dos veces por semana en Subway, podrían aumentar unos 2,20 kilos por año", agregó.
Mientras que los restaurantes que se presentan como saludables se expandieron más rápido en los últimos cinco años que las casas de comida rápida tradicionales, el tamaño de la cintura de los estadounidenses no disminuyó.
De hecho, la población en Estados Unidos nunca ha engordado tanto como ahora, señaló Chandon y su colega, el doctor Brian Wansink, de la Cornell University, en Journal of Consumer Research.
Para probar la teoría de que las personas consumirían más calorías cuando comen en restaurantes "saludables", los investigadores hicieron varios estudios.
En el primero, le preguntaron a un conjunto de personas que acababan de terminar de comer en Subway o en McDonald's si podían estimar cuántas calorías habían consumido.
En promedio, los comensales de Subway indicaron 151 calorías menos que los de McDonald's. Para cualquier menú con 1.000 calorías en ambos restaurantes, los consumidores estimaban unas 744 calorías (en McDonald's) o unas 585 calorías (en Subway).
En el segundo experimento, los investigadores les preguntaron a las personas que estimaran el contenido calórico de cuatro sándwiches distintos: uno de jamón y queso de 15 centímetros (330 calorías) y uno de pavo de 30,5 centímetros (600 calorías) de Subway, y una hamburguesa con queso de McDonald's (330 calorías) y un Big Mac (600 calorías).
Los participantes consideraron reiteradamente que el sándwich de Subway con el mismo contenido calórico que el de McDonald's tenía menos calorías.
Luego, el equipo les ofreció a las personas un cupón para recibir un Big Mac (600 calorías) o un sándwich BMT Italian de 30,5 centímetros (900 calorías) de Subway y les preguntaron si les gustaría agregar una bebida o galletitas con el sándwich.
Aquellos que comían en Subway eran más propensos a elegir una bebida grande, menos propensos a elegir la versión dietética de la gaseosa y tendían más a pedir las galletitas.
Esto significó, en promedio, un consumo de 1.011 calorías, comparado con las 648 calorías que ingerían las personas que habían recibido el cupón de McDonald's.
Las personas que quieren controlar el peso o perder algunos kilos deben pensar objetivamente sobre el contenido calórico y no dejar que la idea de que una comida es buena o mala para ellas modifique su percepción, dijo Chandon.
"Tenemos que eliminar el pensamiento en la comida en términos de 'alimento bueno/alimento malo' y pensar en la cantidad que se consume.
En Francia, por ejemplo, las personas disfrutan relativamente de una dieta grasa, pero tienen menos sobrepeso sólo porque las porciones en los restaurantes y en el hogar son más pequeñas", señaló el autor.
El investigador recomendó una técnica para ayudar a las personas a evaluar las calorías con más precisión: "En lugar de estimar la cantidad de calorías de todo el menú (lo que favorece la subestimación calórica), hay que mirar el sándwich, los alimentos que lo acompañan y la bebida para sumar todo".
"Nuestro estudio demostró que este método 'que unifica el menú' es muy efectivo", concluyó Chandon.
FUENTE: Journal of Consumer Research, octubre del 2007
Reuters Health
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