lunes, 17 de septiembre de 2007

Las consultas de salud mental, saturadas


Salut potencia la prevención al crecer la demanda de atención por problemas sociales
Los trastornos mentales van en aumento. Un 3% de la población catalana es atendida ya en centros de salud mental, aunque el 40% son casos leves, pero en los CAP más del 30% de las consultas también se debe a problemas psicológicos

Marta Ricart 16/09/2007
LAVANGUARDIA.es

Una mujer le comentó a su médico de cabecera: "Doctor, tendré que enviarle a mi padre, porque desde que ha muerto mi madre no para de llorar". "Debería enviármelo si no llorara", le replicó el médico.

Pérdidas de familiares, desamores, relaciones conflictivas entre padres e hijos, problemas laborales, soledad... multiplican las consultas a los centros de atención primaria (CAP), aunque muchas veces son simple tristeza o preocupación, sin llegar a signos de patología que debiera tratar un médico. A la vez, crecen las consultas de personas que sí sufren ya síntomas de patología. La sanidad pública no estaba preparada para esta creciente demanda. Intenta mejorar la atención, sobre todo, potenciando la prevención.

Uno de cada cuatro europeos (28,3% de las mujeres, 21,6% de los hombres) padecerá algún trastorno mental en su vida (como depresión, ansiedad...). Un 3% de la población catalana (200.000 adultos y niños al año) ya es atendida en el centenar de centros de salud mental de la red de uso público. "Es un porcentaje elevado, en otros países europeos es del 2%", afirma Cristina Molina, responsable de salud mental del Departament de Salut.

La conselleria estima que un 40% de esos pacientes no sufre patología que requiera de la red especializada. Pero los CAP también se saturan: los médicos de familia calculan que al menos un 30% de consultas obedece a problemas de salud mental o emocionales. Y aún hay enfermos no diagnosticados.

"Los factores que influyen en el bienestar son el trabajo, la relación de pareja, los ingresos económicos, la etnia, el país, ningún aspecto estricto de salud; la salud mental tiene más que ver con la existencia", decía Matt Muijen, un responsable de salud mental de la Organización Mundial de la Salud en un congreso celebrado esta semana en Barcelona.

Los trastornos mentales crecen, favorecidas las alteraciones biológicas por los cambios sociales como envejecimiento, adicciones, sobrecarga laboral... -Muijen criticaba que menos del 20% de los lugares de trabajo europeos hacen actividades de prevención de salud mental-. Y a las enfermedades se suma una medicalización de problemas que las personas no saben cómo sobrellevar y por los que van al médico en busca de ayuda, señala Molina. "Si vienen, no podemos dejar de atender a nadie", dice M. Lluïsa de la Puente, directora de Planificació de Salut. La conselleria aplica un plan para reforzar la atención, en el que dota a los CAP de equipos de apoyo formados por un psiquiatra, un psicólogo y una enfermera, que atiendan consultas, hagan terapia y, sobre todo, asesoren al médico de familia. Casi cien CAP catalanes (un 26%) ya tienen esos equipos (cada uno trabaja en varios CAP unas horas a la semana o al mes, que se irán ampliando) y se prevé que todos tengan en el 2010.

El CAP Amadeu Torner de l´Hospitalet de Llobregat aplica el modelo desde el 2003 (fue centro piloto). "La atención de salud mental desde el CAP permite una mayor detección precoz de trastornos, pues acuden todo tipo de pacientes, el médico conoce su historial, a la familia -esto se nota más con los adolescentes, más reacios a ir al médico-, y si los escucha, de las explicaciones constata la existencia de síntomas o de problemas, indica Sonia Sarret, médica de familia del citado CAP.

El apoyo del psiquiatra y psicólogo al médico de cabecera favorece la detección y le ayuda en el diagnóstico y tratamiento. Montse Torres, directora del Amadeu Torner, asegura que también se reducen las recetas de ansiolíticos, porque los médicos recetan más adecuadamente.

Los pacientes con trastornos mentales graves se derivan al centro de salud mental (a veces ni llegan ya al CAP). El objetivo es asegurar que se traten antes y de forma adecuada; y el CAP trata los casos leves y previene nuevos casos. Una herramienta de prevención son los grupos de ayuda, a menudo dirigidos por las enfermeras. Los CAP van creando estos grupos, que reúnen a personas con un problema y les facilitan una vía de desahogo, les enseñan pautas para manejar lo que les preocupa, evitando que su inquietud crezca y acabe en patología. Hay grupos de duelo (para la pérdida de familiares), de relajación, de madres primerizas, de masaje infantil, de cuidadores de enfermos crónicos o discapacitados, talleres de memoria, de fibromialgia, de madres y padres de niños hiperactivos...

Pero las quejas de usuarios y de profesionales por la falta de recursos terapéuticos se repiten. De la Puente defiende que los centros de salud mental hacen psicoterapia y que los CAP irán haciendo más, aunque admite que es insuficiente ante la gran demanda. Promete que se irá contratando a más profesionales, pero recuerda que la sanidad pública tiene limitaciones. Los responsables de la conselleria consideran, por ejemplo, que no pueden ofrecer psicoanálisis porque los tratamientos son demasiado largos y costosos.

Salut prepara guías para establecer pautas de tratamiento sobre evidencia de eficacia. La primera será para tratar la depresión. Pero De la Puente se lamenta de que "muchas veces no es un problema de gran demanda, sino de expectativas irreales: muchas personas esperan soluciones inmediatas o imposibles".

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