Las caídas, y las fracturas que éstas traen, son uno de los principales problemas que aquejan a los adultos mayores, quienes con frecuencia ven afectada su calidad de vida después de un accidente.
Sin embargo, expertos australianos aseguran que existe una manera muy eficaz de reducir el número de caídas sufridas por los ancianos: se trata del milenario Tai Chi, práctica de origen chino que mediante movimientos lentos y fluidos, meditación y ejercicios de respiración, puede ayudar a mejorar el equilibrio, flexibilidad y fuerza de las personas.
La investigación, a cargo de médicos de la Universidad de Sydney, aportó datos sobre la práctica del Tai Chi con un grupo de adultos mayores sanos y con una edad promedio de 69 años. Se utilizaron las clases de Tai Chi existentes en la comunidad, en lugar de diseñar un programa especial para el estudio, explicó Robert G. Cumming, coautor del mismo.
Los participantes, 702 hombres y mujeres, tomaron, al azar, clases de Tai Chi una vez por semana durante cuatro meses, o bien se les incluyó en una lista de espera. La medición del índice de caídas se mantuvo durante ocho semanas adicionales a las 16 del estudio.
Aunque durante ese tiempo no se registraron diferencias entre los grupos en cuanto a la cantidad de personas que sufrieron una caída (15 por ciento en ambos), las que tomaron clases de Tai Chi mostraron ser mucho menos propensos a sufrir estos accidentes. La tasa fue un 33 por ciento más baja, comparada con el grupo que se mantuvo en lista de espera.
Para los autores de la investigación, la clave de esta mejoría fue el aumento del equilibrio, ya que el grupo que practicó Tai Chi mejoró los resultados en varias pruebas de equilibrio y estabilidad, por lo que esta práctica ancestral fue calificada como una forma “efectiva y sustentable” de reducir el riesgo de caídas en los adultos mayores por los expertos australianos
Los resultados del trabajo fueron publicados en el Journal of the American Geriatrics Society.
Sin embargo, expertos australianos aseguran que existe una manera muy eficaz de reducir el número de caídas sufridas por los ancianos: se trata del milenario Tai Chi, práctica de origen chino que mediante movimientos lentos y fluidos, meditación y ejercicios de respiración, puede ayudar a mejorar el equilibrio, flexibilidad y fuerza de las personas.
La investigación, a cargo de médicos de la Universidad de Sydney, aportó datos sobre la práctica del Tai Chi con un grupo de adultos mayores sanos y con una edad promedio de 69 años. Se utilizaron las clases de Tai Chi existentes en la comunidad, en lugar de diseñar un programa especial para el estudio, explicó Robert G. Cumming, coautor del mismo.
Los participantes, 702 hombres y mujeres, tomaron, al azar, clases de Tai Chi una vez por semana durante cuatro meses, o bien se les incluyó en una lista de espera. La medición del índice de caídas se mantuvo durante ocho semanas adicionales a las 16 del estudio.
Aunque durante ese tiempo no se registraron diferencias entre los grupos en cuanto a la cantidad de personas que sufrieron una caída (15 por ciento en ambos), las que tomaron clases de Tai Chi mostraron ser mucho menos propensos a sufrir estos accidentes. La tasa fue un 33 por ciento más baja, comparada con el grupo que se mantuvo en lista de espera.
Para los autores de la investigación, la clave de esta mejoría fue el aumento del equilibrio, ya que el grupo que practicó Tai Chi mejoró los resultados en varias pruebas de equilibrio y estabilidad, por lo que esta práctica ancestral fue calificada como una forma “efectiva y sustentable” de reducir el riesgo de caídas en los adultos mayores por los expertos australianos
Los resultados del trabajo fueron publicados en el Journal of the American Geriatrics Society.
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