Incluir un mayor consumo de fibra en su dieta disminuye el riesgo de ganar peso y, por extensión, de padecer obesidad.
La fibra "impide el desarrollo de resistencia a la insulina, un hecho clave en la obesidad".
Consume especialmente las naranjas, manzanas, zanahorias, lechugas, espinacas, acelgas y guisantes.
Consumo de Sal. Reduce el consumo de sal (si eres hipotensa consúltaselo antes a tu médico), evitarás con ello la retención de líquidos y bajarás de peso.
¿Las frutas más dulces como el plátano y las uvas engordan ? Estas frutas aportan más energía por 100 gramos que otras como la manzana, la naranja, etc., por lo que tomando menos cantidad de las primeras, que son más energéticas, el aporte de calorías es similar al de una manzana o una naranja medianas.
Un cuerpo bien ejercitado estará bioquímicamente entrenado para utilizar más eficientemente las grasas procedentes de la dieta y de las reservas como fuentes de energía.
La tendencia a almacenar grasas se reduce con el entrenamiento atlético. Si la intensidad del ejercicio es lo bastante alta, el cuerpo quemará energía durante horas después de que el ejercicio haya acabado. Este efecto incrementa el Metabolismo Basal, que es la energía que se quema en reposo. Sin el aumento del Metabolismo Basal inducido por el ejercicio, hacer una dieta para perder grasa corporal se convierte en un esfuerzo sin resultados.
Dulce opción. La sucralosa se obtiene del azúcar blanca, se excreta casi por completo y es el más seguro de los edulcorantes.
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