Las quemaduras solares y las picaduras de insectos y de animales marinos son algunas de las lesiones más frecuentes en estas fechas
Julio 2007
Con la llegada del verano y el comienzo de las vacaciones, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha lanzado una serie de recomendaciones para evitar lesiones tan frecuentes en estas fechas, como son las quemaduras solares y las picaduras de insectos y animales marinos.
En caso de picadura, si la picadura es de un insecto (avispas, abejas y arañas), se hacen una serie de recomendaciones. Así, si el insecto todavía permanece en la piel, retírelo. En el caso de que sea una garrapata hay que extraerla entera, con pinzas, suavemente, para evitar que se rompa. Las abejas y las avispas pueden dejar su aguijón en la piel al picar. Debe retirarlo raspando suavemente la piel hasta hacerlo salir, pero nunca tirando de él, ni retorciéndolo, ni apretando la piel.
Tras la picadura, hay que limpiar la picadura con agua y jabón; aplicar hielo sobre la picadura o compresas de agua fría para reducir el dolor; se puede tomar algún medicamento para aliviar el dolor si es necesario.
Si la hinchazón es intensa, hay que dejar el brazo o la pierna en reposo durante unas horas. Asimismo, hay que procurar no rascarse para evitar que empeore y aumente el riesgo de infección. Los facultativos hacen hincapié en que el no utilice por su cuenta pomadas con antihistamínicos.
Si la picadura es de un animal marino (erizos, pez araña, etc), tras salir inmediatamente del agua después de la picadura, hay que lavar la zona de la picadura con agua abundante con el fin de eliminar el mayor número posible de espinas, y curar diariamente la zona con una solución antiséptica. Se puede tomar algún analgésico tipo paracetamol si se precisa.
En el caso de que sea una picadura de medusa, se recomienda no frotar la zona afectada; retirar con cuidado los tentáculos que todavía permanezcan pegados a la piel. Después, lavar la zona con abundante agua salada, pero evitando agua dulce ni agua fría porque facilita la descarga del veneno de los tentáculos. A continuación hay que aplicar frío sobre la zona afectada durante unos 15 minutos, y después compresas empapadas en vinagre, bicarbonato o amoníaco durante varios minutos.
Se debe acudir al médico si el estado general empeora progresivamente con el inicio de complicaciones respiratorias, convulsiones o alteraciones cardíacas; si no puede extraer las espinas con facilidad; si aumenta el dolor o la hinchazón o si hay supuración en la zona de la lesión y aparece fiebre.
Principales medidas de prevención ante la exposición al sol
La exposición al sol sin protección es un riesgo no sólo por el peligro de sufrir quemaduras, sino porque la excesiva exposición solar puede provocar arrugas, manchas y cáncer de piel. Los niños, los ancianos, las personas de piel clara y con muchos lunares y aquellos con antecedentes familiares de cáncer de piel deben tener especial precaución frente al sol.
Las recomendaciones efectuadas desde la semFYC, en este sentido, pasan por buscar la sombra y evitar sobre todo los rayos del sol entre las 12 de mediodía y las 5 de la tarde. Si se está en la montaña, hay que tener en cuenta que la intensidad de los rayos solares es mayor debido a la altura y se puede quemar la piel en menos tiempo.
Asimismo, conviene protegerse con sombreros que cubran la nariz, los párpados y las orejas. También se recomienda llevar ropa ligera que cubra brazos y piernas., y utilizar gafas de sol.
Con respecto al uso de protectores de piel, éstos deberán contener factores de protección solar frente a radiaciones ultravioleta A y B. Puede elegir del número 15, del 30 o incluso más alto. Aplíquelos en toda la piel expuesta al sol 30 minutos antes de comenzar la exposición. Si tiene poco pelo, aplíquese el protector también en la cabeza. Después será necesario que repita la aplicación cada 2 horas y siempre que sude mucho o se bañe.
Asimismo, hay que beber abundante agua para evitar la deshidratación., y en caso de enfermedad de la piel o si se está tomando algún medicamento nuevo, hay que consultar al médico antes de exponerse al sol.
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en su decálogo de recomendaciones advierte prestar especial atención a los niños, ya que aunque la luz solar es beneficiosa para su desarrollo, si es menor de 3 años se debe evitar su exposición directa al sol. En niños mayores y adolescentes es necesario seguir las medidas previamente recomendadas y enseñarles a protegerse de las radiaciones solares. Además, se insiste en que hay que protegerse igual tanto los días nublados como los de sol. En el caso de las lámparas y camas bronceadoras, se debe aclarar que no protegen de las radiaciones solares y son igualmente perjudiciales para la piel y los ojos, sin olvidar no usar en niños y adolescentes.
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