La hipnosis es una antigua técnica de sugestión a la que actualmente se le reconocen numerosas utilidades médicas. Recientemente, investigadores norteamericanos encontraron una nueva utilidad terapéutica: la reducción del dolor que experimentan quienes son sometidos a intervenciones quirúrgicas.
Un estudio publicado en la prestigiosa revista médica inglesa The Lancet agregó una nueva utilidad a la más que centenaria técnica de la hipnosis: según un trabajo dirigido por la doctora Elvira Lang, investigadora del Centro Médico Beth Israel, de Boston, Estados Unidos, la hipnosis o hipnoterapia permite reducir el dolor durante una intervención quirúrgica.
La experiencia fue realizada en 241 pacientes que fueron sometidos a cirugías sin anestesia general; quienes fueron hipnotizados antes de entrar al quirófano requirieron menos medicación analgésica, salieron del quirófano más rápido e incluso sus signos vitales se mantuvieron más estables durante la intervención.
Quizá este fue el estudio que le brindó un carácter más formal, menos “esotérico” a la técnica que parecía pertenecer más al terreno de los magos que de los médicos.
Pero, ¿qué es la hipnosis? y ¿para qué sirve? Se llama hipnotismo a la producción mediante la fascinación, ya sea con cierto influjo personal o con los aparatos adecuados, de un sueño artificial durante el cual la persona que ha sido hipnotizada puede mantener una particular comunicación con el hipnotizador, y obedecer las directivas de este último. Ni despiertas ni dormidas, las personas que se encuentran hipnotizadas se hallan en un estado de consciencia en el cual pueden dejar discurrir libremente su subconsciente.
"La hipnosis es una técnica que permite que la persona alcance un estado de intensa relajación y concentración, en el que la mente del paciente se despega momentáneamente de las preocupaciones y asuntos cotidianos –afirma en su material de divulgación la Asociación para la Hipnosis de Gran Bretaña-. En este estado de subconsciencia, una parte de la mente del paciente se encuentra más habilitada a responder de modo creativo a la sugestión y a las imágenes que les ofrece el terapeuta. En este estado, la mente puede hacer foco en aquellas cosas que la persona desea modificar y en las formas más adecuadas de hacerlo, libre de la ansiedad normal y los pensamientos analíticos"
Freud, Bernheim y la sugestión hipnótica
La hipnosis es una técnica verdaderamente antigua: se sabe que tanto en Babilonia como en Grecia y en Egipto era empleada con distintos fines médicos y rituales. Siglos después, en la década de 1880, el ilustre padre del psicoanálisis, Sigmund Freud remarcaba la utilidad terapéutica de la sugestión hipnótica, rescataba y le daba un lugar dentro de la psicología moderna.
En el prólogo del libro de H. Bernheim De la sugestión y sus aplicaciones a la terapéutica (1888-1889), Sigmund Freud escribió: "El éxito de Bernheim y de sus colegas de Nancy que siguen la misma orientación consiste precisamente en haber librado de su carácter extraño a las manifestaciones del hipnotismo, vinculándolas con los fenómenos ya familiares de la vida psíquica normal y del dormir. Según mi opinión, el principal valor de este libro radica en las pruebas que ofrece sobre las relaciones entre los fenómenos hipnóticos y los procesos habituales de la vigilia y del sueño, revelando al mismo tiempo las leyes psicológicas que rigen en ambos sectores". Y luego prosigue: "De tal manera, el problema de la hipnosis es trasladado íntegramente a la esfera de la psicología, y la sugestión queda establecida como núcleo del hipnotismo y como clave para su comprensión. En la segunda parte de este libro se demuestra que el uso de la sugestión hipnótica ofrece al médico un poderoso método terapéutico, que parece ser, en efecto, el más adecuado para combatir ciertos trastornos nerviosos y el más adaptado a su mecanismo. Con ello, el presente volumen adquiere una extraordinaria importancia práctica. Su insistencia en el hecho de que tanto la hipnosis como la sugestión hipnótica pueden ser aplicadas, no sólo en casos de histeria y en los neurópatas graves, si no también en la mayoría de las personas sanas, esta destinada a extender el interés del médico por este método terapéutico mucho más allá del restringido círculo de los neuropatólogos".
Sobre usos precauciones
Actualmente, la hipnoterapia es utilizada por los psicólogos con distintas finalidades médicas, y como complemento de diversos abordajes psicoterapéuticos. Las usos más corrientes de la hipnosis son las siguientes:
*Colaborar con los tratamientos para abandonar el hábito de fumar.
*Ayudar con el control del peso y los desórdenes alimentarios, como por ejemplo la bulimia y la anorexia nerviosa.
*Resolver alteraciones del sueño.
*Manejar el estrés relacionado con distintos aspectos de la vida laboral, social y familiar.
*Reducir la ansiedad, incluso cuando ésta se presenta asociada con el pánico, los temores y distintos tipos de fobia.
*Mejorar la creatividad personal.
*Incrementar la autoestima y la confianza en uno mismo.
*Controlar el dolor.
*Quebrantar hábitos y rutinas de vida inadecuados y promover hábitos más saludables que incrementen la calidad de vida del individuo.
*Resolver traumas psíquicos y emocionales originados en la infancia.
*Disminuir el dolor durante el trabajo de parto.
*Ayudar a mejorar la capacidad de oratoria.
*Colaborar con la superación de problemas del aprendizaje.
*Mejorar la performance deportiva.
Aun así, existen personas en las que, por distintos factores relacionados con la patología de base que padecen, los especialistas no aconsejan la utilización de las técnicas de hipnotismo o hipnoterapia. Aquellos pacientes que padecen trastornos neurológicos como epilepsia, o psiquiátricos como la psicosis y la esquizofrenia, no suelen ser candidatos a ser tratados con hipnosis.
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