En reiteradas ocasiones, los nutricionistas alertan del peligro del abandono de la alimentación tradicional, en nuestro caso basada en productos mediterráneos, a favor de la industrial. Y la alerta no sólo se basa en las consecuencias inmediatas como la obesidad, y las posteriores como la diabetes. Abandonando la dieta de nuestros abuelos nos estamos perdiendo la posibilidad de prevenir enfermedades o curar males para los que tenemos que medicarnos.
El portal alimentacionsana.com ha elaborado una larga lista de productos de la naturaleza, tan cotidianos como la fruta o las hortalizas, con sus respectivas propiedades curativas. La primera regla es seleccionar aquellos alimentos lo menos procesados posible, sin conservantes ni colorantes, y de alto valor biológico, producidos sin utilizar sustancias agresivas, insecticidas, plaguicidas, herbicidas, abonos químicos, etcétera.
Todo ello redundaría en una población más sana y mitigaría las llamadas enfermedades de la civilización, colesterol, enfermedades coronarias, digestivas, diabetes, alergias y cáncer:
Aceitunas: Combaten el estreñimiento y los cálculos biliares. La olivas son capaces de disolver la arenilla y los pequeños cálculos de la vesícula biliar. Las sales minerales que contiene combaten la fermentación intestinal.
Aceite de oliva: Reduce el colesterol y el riesgo de cardiopatías, rebaja los ácidos biliares y previenen la formación de úlceras. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el aceite puro de oliva está siendo adulterado en España con aceite de avellana y cacahuete, según denuncia presentada recientemente ante la Unión Europea por la Asociación Nacional de Envasadores de Aceites Comestibles.
Ajo: Es ideal para los hipertensos. Reduce el cáncer de mama y de próstata y ralentiza la progresión de los tumores en personas que ya padecen la enfermedad. Facilita la irrigación sanguínea del cerebro, lo que protege del mal de Alzheimer e incluso del Parkinson y alivia los síntomas de depresión y fatiga.
Alcachofa: Su consumo es beneficioso para el tratamiento de enfermedades del hígado.
Albaricoque: Combate la obesidad y las náuseas. Los albaricoques convienen a las personas que necesitan un tratamiento al mismo tiempo tónico y depurativo. El albaricoque es alcalinizante y energético, facilita la regeneración celular y refuerza la resistencia del organismo. Además es rico en vitaminas A y C.
Almendras dulces: Forma carnes saludables y neutralizan la acidez en la sangre.
Apio: Limpia el organismo de toxinas.
Arroz: Rico en fibra y vitaminas del grupo B. Estimula el sistema inmunológico y favorece la digestión.
Brécol: Rico en calcio, vitamina C y fibra. Propiedades anticancerosas.
Castaña: Alimenticia, activa el intestino y alivia los riñones.
Caqui: Nutritivo y antidiarréico.
Cebolla: Espectorante, ideal para el tratamiento de bronquitis. Anticancerígena.
Cereza: Antiácida, combate indigestiones, anemia, gota y reumatismos. Además fortalecen la sangre, dan buen color y favorece la función renal.
Chirimoya: Muy nutritiva.
Ciruela: Estimula el hígado e intestino. Tiene propiedades laxantes y purificadoras.
Dátil: Aumenta el calor orgánico y la energía nerviosa. Muy nutritivo.
Durazno: Laxante, diurético y alcalino.
Frambuesa: Calma la excitación nerviosa y purifica la sangre.
Fresa: Refrescante, diurética, laxante y disolvente del ácido úrico. Las fresas además de su aroma y gusto exquisito tienen propiedades antigotosas y vermífugas. Las especies silvestres disuelven las concreciones articulares del ácido úrico. Quien cultive fresas y desee darles un sabor asilvestrado, que esparza agujas de pino alrededor de la planta.
Gérmen de trigo: Su alto contenido en selenio retarda las señales de envejecimiento.
Guindas ácidas: Alcalinizan la sangre.
Granada: Antidiárreica.
Higos y brevas: Tónicos, laxantes y purificadoras del pecho y pulmón.
Huevo: Contiene vitamina A, D y B, hierro y proteínas. En España consumimos 10.000 millones de huevos cada año. Hay que tener cuidado con los huevos de granja. Los antibióticos y tranquilizantes suministrados en ocasiones a las gallinas de granja se trasmiten a sus huevos. Por otra parte, desde finales de los 80, los criadores utilizan harinas cárnicas para alimentarlas, a las que se añaden carotenoides para dorar las yemas y arsénico para evitar parásitos.
Kéfir: Favorece la circulación, el sistema nervioso, equilibra la flora intestinal.
Kiwi: Contiene ocho veces más vitamina C que el limón.
Leche: Rica en calcio. Sin embargo, hay que tener cuidado con la leche industrial. La picaresca de los empresarios consiste en añadir agua a la leche y es un fraude fácilmente detectable. Algunos prefieren adulterarla con orín de vaca, ya que sus moléculas son similares a las de la leche.
Levadura de cerveza: Favorece la digestión, embellece la piel y ayuda al corazón a mantenerse en forma. Refuerza las defensas del organismo. Previene la anemia.
Limón: Desinflamantes y purificadores. (Bajan un poco la tensión). Es desintoxicante, astringente y desinflamante.
Manzana: Antiácida, activa el hígado y disuelve el ácido úrico. Se recomienda en afecciones del estómago, vejiga y riñones. Reduce el colesterol.
Melocotón: Es la fruta más importante para los que padecen cáncer.
Melón: Nutritivo y laxante. Se utiliza en casos especiales como emoliente, laxante y diurético. Está recomendado en nefritis y afecciones del hígado.
Mosquetas: Fruto de rosas silvestres. Son estomacales, diuréticas y purificadoras de la sangre.
Naranja: Alcaliniza la sangre, activan el intestino y disulven el ácido úrico. Es tónica, sedativa y purificadora. Se recomienda para las mujeres embarazadas.
Níspero: Antiácido, laxante y anticatarral. Antidiarréico.
Nuez: Posee la propiedad de eliminar de nuestro cuerpo todas las toxinas y de hacerlo refractario a la acción de muchos venenos.
Pasas: Activan la combustión orgánica, van bien para el cerebro, la memoria y el riñón.
Plátano: Alimenticio y laxante.
Pera: Diurética, digestiva y purificadora de la sangre.
Polen: Recomendado para la depresión, anemia, hipertensión y fatiga mental.
Pomelo: Además de diurético es estomacal.
Sandía: Refrescante y diurética. Está recomendada en los infectados de blenorragia, gonorrea y sífilis.
Soja: Ayuda a prevenir el cáncer de mama, colon y próstata. Disminuye los niveles de colesterol en sangre.
Tomate: Laxante y antiartrítico.
Uva: Evita el extreñimiento y descongestiona el hígado. Previene el cáncer.
Vino: Disminuye el riesgo de ataques cardíacos. Un vaso de vino con la comida protege contra algunas intoxicaciones alimentarias.
El portal alimentacionsana.com ha elaborado una larga lista de productos de la naturaleza, tan cotidianos como la fruta o las hortalizas, con sus respectivas propiedades curativas. La primera regla es seleccionar aquellos alimentos lo menos procesados posible, sin conservantes ni colorantes, y de alto valor biológico, producidos sin utilizar sustancias agresivas, insecticidas, plaguicidas, herbicidas, abonos químicos, etcétera.
Todo ello redundaría en una población más sana y mitigaría las llamadas enfermedades de la civilización, colesterol, enfermedades coronarias, digestivas, diabetes, alergias y cáncer:
Aceitunas: Combaten el estreñimiento y los cálculos biliares. La olivas son capaces de disolver la arenilla y los pequeños cálculos de la vesícula biliar. Las sales minerales que contiene combaten la fermentación intestinal.
Aceite de oliva: Reduce el colesterol y el riesgo de cardiopatías, rebaja los ácidos biliares y previenen la formación de úlceras. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el aceite puro de oliva está siendo adulterado en España con aceite de avellana y cacahuete, según denuncia presentada recientemente ante la Unión Europea por la Asociación Nacional de Envasadores de Aceites Comestibles.
Ajo: Es ideal para los hipertensos. Reduce el cáncer de mama y de próstata y ralentiza la progresión de los tumores en personas que ya padecen la enfermedad. Facilita la irrigación sanguínea del cerebro, lo que protege del mal de Alzheimer e incluso del Parkinson y alivia los síntomas de depresión y fatiga.
Alcachofa: Su consumo es beneficioso para el tratamiento de enfermedades del hígado.
Albaricoque: Combate la obesidad y las náuseas. Los albaricoques convienen a las personas que necesitan un tratamiento al mismo tiempo tónico y depurativo. El albaricoque es alcalinizante y energético, facilita la regeneración celular y refuerza la resistencia del organismo. Además es rico en vitaminas A y C.
Almendras dulces: Forma carnes saludables y neutralizan la acidez en la sangre.
Apio: Limpia el organismo de toxinas.
Arroz: Rico en fibra y vitaminas del grupo B. Estimula el sistema inmunológico y favorece la digestión.
Brécol: Rico en calcio, vitamina C y fibra. Propiedades anticancerosas.
Castaña: Alimenticia, activa el intestino y alivia los riñones.
Caqui: Nutritivo y antidiarréico.
Cebolla: Espectorante, ideal para el tratamiento de bronquitis. Anticancerígena.
Cereza: Antiácida, combate indigestiones, anemia, gota y reumatismos. Además fortalecen la sangre, dan buen color y favorece la función renal.
Chirimoya: Muy nutritiva.
Ciruela: Estimula el hígado e intestino. Tiene propiedades laxantes y purificadoras.
Dátil: Aumenta el calor orgánico y la energía nerviosa. Muy nutritivo.
Durazno: Laxante, diurético y alcalino.
Frambuesa: Calma la excitación nerviosa y purifica la sangre.
Fresa: Refrescante, diurética, laxante y disolvente del ácido úrico. Las fresas además de su aroma y gusto exquisito tienen propiedades antigotosas y vermífugas. Las especies silvestres disuelven las concreciones articulares del ácido úrico. Quien cultive fresas y desee darles un sabor asilvestrado, que esparza agujas de pino alrededor de la planta.
Gérmen de trigo: Su alto contenido en selenio retarda las señales de envejecimiento.
Guindas ácidas: Alcalinizan la sangre.
Granada: Antidiárreica.
Higos y brevas: Tónicos, laxantes y purificadoras del pecho y pulmón.
Huevo: Contiene vitamina A, D y B, hierro y proteínas. En España consumimos 10.000 millones de huevos cada año. Hay que tener cuidado con los huevos de granja. Los antibióticos y tranquilizantes suministrados en ocasiones a las gallinas de granja se trasmiten a sus huevos. Por otra parte, desde finales de los 80, los criadores utilizan harinas cárnicas para alimentarlas, a las que se añaden carotenoides para dorar las yemas y arsénico para evitar parásitos.
Kéfir: Favorece la circulación, el sistema nervioso, equilibra la flora intestinal.
Kiwi: Contiene ocho veces más vitamina C que el limón.
Leche: Rica en calcio. Sin embargo, hay que tener cuidado con la leche industrial. La picaresca de los empresarios consiste en añadir agua a la leche y es un fraude fácilmente detectable. Algunos prefieren adulterarla con orín de vaca, ya que sus moléculas son similares a las de la leche.
Levadura de cerveza: Favorece la digestión, embellece la piel y ayuda al corazón a mantenerse en forma. Refuerza las defensas del organismo. Previene la anemia.
Limón: Desinflamantes y purificadores. (Bajan un poco la tensión). Es desintoxicante, astringente y desinflamante.
Manzana: Antiácida, activa el hígado y disuelve el ácido úrico. Se recomienda en afecciones del estómago, vejiga y riñones. Reduce el colesterol.
Melocotón: Es la fruta más importante para los que padecen cáncer.
Melón: Nutritivo y laxante. Se utiliza en casos especiales como emoliente, laxante y diurético. Está recomendado en nefritis y afecciones del hígado.
Mosquetas: Fruto de rosas silvestres. Son estomacales, diuréticas y purificadoras de la sangre.
Naranja: Alcaliniza la sangre, activan el intestino y disulven el ácido úrico. Es tónica, sedativa y purificadora. Se recomienda para las mujeres embarazadas.
Níspero: Antiácido, laxante y anticatarral. Antidiarréico.
Nuez: Posee la propiedad de eliminar de nuestro cuerpo todas las toxinas y de hacerlo refractario a la acción de muchos venenos.
Pasas: Activan la combustión orgánica, van bien para el cerebro, la memoria y el riñón.
Plátano: Alimenticio y laxante.
Pera: Diurética, digestiva y purificadora de la sangre.
Polen: Recomendado para la depresión, anemia, hipertensión y fatiga mental.
Pomelo: Además de diurético es estomacal.
Sandía: Refrescante y diurética. Está recomendada en los infectados de blenorragia, gonorrea y sífilis.
Soja: Ayuda a prevenir el cáncer de mama, colon y próstata. Disminuye los niveles de colesterol en sangre.
Tomate: Laxante y antiartrítico.
Uva: Evita el extreñimiento y descongestiona el hígado. Previene el cáncer.
Vino: Disminuye el riesgo de ataques cardíacos. Un vaso de vino con la comida protege contra algunas intoxicaciones alimentarias.
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