Para 8 de cada 10 españoles, el mejor lugar para disfrutar la siesta es el sofá, según un estudio elaborado por Natuzzi, firma especializada en este tipo de mobiliario. Para casi todos los encuestados, esta costumbre tan hispánica permite recuperar energía y vitalidad, es beneficiosa para la salud, influye en el bienestar general, favorece el buen humor y previene de enfermedades cardiovasculares.
Se contradice así la leyenda popular según la cual quien se despierta de una siesta lo hace de mal humor y con una sensación de malestar general.
De hecho, este hábito siempre había sido considerado por los países del norte de Europa como algo impropio de una sociedad avanzada que atentaba contra la productividad laboral. Ahora, por el contrario, esta costumbre se ha puesto de moda en el viejo continente al haberle atribuido propiedades y efectos saludables a todos los niveles.
Para el 80 por ciento de los que hacen la siesta, el sofá debe ser grande, espacioso, largo y tapizado en piel o tejido muy agradable al tacto. Más de la mitad de los encuestados estaría dispuesto a realizar algún tipo de sacrificio a cambio de disfrutar de ese descanso a diario.
Aunque los médicos especialistas prefieren que la siesta dure entre 15 y 20 minutos, el estudio revela que 9 de cada 10 españoles superan esos tiempos de referencia, hasta el extremo de que 3 de cada 10 la prolongan más de 40 minutos.
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