Las autoridades sanitarias del Reino Unido aconsejan a España que legalice la situación de las enfermeras para que puedan prescribir todo tipo de medicamentos dentro del ámbito de sus competencias, porque eso 'mejoraría significativamente' el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Así lo indicó Paul Robinson, del departamento de Medicamentos, Farmacia e Industria del Ministerio de Sanidad británico, durante la primera reunión celebrada esta semana en Londres entre el Nursing and Midwifery Council (NMC) -Consejo de Enfermería y Matronas del Reino Unido- y el Consejo General de Enfermería de España.
Robinson ha liderado desde 1992 el proceso que ha llevado a las enfermeras a recetar medicamentos, pasando de una lista reducida a todo el vademécum, a excepción de algunos productos 'controlados' o más peligrosos, si bien ya emplean doce de ellos -como la morfina-en patologías cardíacas, cuidados paliativos o postoperatorios.
El experto alabó el ahorro de tiempo y de recursos que esto supone para el sistema de salud, al liberar a los médicos de las tareas más rutinarias, dedicándose a otras dolencias más complejas, y al reducir listas de espera, estancia hospitalaria y gasto farmacéutico, ya que las enfermeras utilizan 'in situ' el material.
Se mostró perplejo ante la situación de las profesionales españolas, que realizan cada día hasta doscientas prescripciones en situación de 'alegalidad', ahora de 'ilegalidad', porque la nueva Ley del Medicamento se lo prohíbe y otorga esta facultad exclusivamente a médicos y odontólogos.
El dirigente gubernamental, que ha liderado el proceso iniciado en 1992 sobre la prescripción enfermera hasta abrir la mano a todo tipo de medicamentos, censuró que las enfermeras receten 'de hecho, pero no de derecho' en el sistema español.
La preparación de las españolas -cuyos créditos universitarios en farmacología son iguales que los de los médicos y duplican los de los odontólogos-, es muy superior a la del Reino Unido, pero éstas, a diferencia de las británicas, no están respaldadas por la Ley.
El departamento que dirige Bernat Soria ultima una lista de productos que podrán 'utilizar' las enfermeras, que se elevará al último Consejo Interterritorial de Salud de 2007, aunque Sanidad no reconocerá su facultad prescribir, en coincidencia con el criterio de la Organización Médico Colegial.
De las 600.000 enfermeras del Reino Unido, un total de 48.000 tienen la cualificación de prescriptoras, aunque sólo 14.500 pueden recetar todos los medicamentos, tras recibir una formación especializada y bajo estándares establecidos, dijo Liz Plastow, consultora de Enfermería de la Sanidad Pública.
La experta recomendó a Maximo González, presidente del Consejo español, que busque el apoyo en esta pelea del sector farmacéutico frente a los médicos 'conservadores', aunque no reparó en que en su país las oficinas están liberalizadas y cuentan, por eso, con mayor capacidad de actuación.
Matt Griffiths, director de Enfermería Clínica en el Walk-in Centre de Peterborough -centros de atención atendidos por enfermeros-, aseguró que cuentan con el apoyo de 'la mayoría de los médicos' y, sobretodo, de los pacientes, porque no se ha registrado 'ni un sólo caso de negligencia' en el Reino Unido.
Desde el ámbito de la medicina, el doctor Tony Estern, responsable de investigación en Atención Primaria, explicó cómo ha liberado a los doctores el hecho de que las enfermeras puedan recetar medicamentos para catarros, asma, diabetes o hipertensión.'
No creo que sea una amenaza para los médicos porque hay una gran necesidad de atención sanitaria', esgrimió, al tiempo que dijo que esto no significa para un doctor trabajar menos, sino poder atender otras enfermedades más complejas que, sin las enfermeras, serían derivadas de inmediato a un especialista o al hospital.
EFE.
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