lunes, 12 de noviembre de 2007

CTF, COOPERATIVA DE LA ATENCIÓN DOMICILIARIA.

El filón de la

dependencia.

Una cooperativa pionera en la atención domiciliaria se prepara para el crecimiento previsto por la ley que asiste a las personas con dependencia.

CTF tiene 97 socios y da empleo a unas 480 personas. Uno de sus principales objetivos es contribuir a la integración laboral de las mujeres mayores de 45 años.

MANEL TORREJÓN
BARCELONA/El Periódico
Uno de los yacimientos de empleo en los que hay puestas más esperanzas es la asistencia a domicilio de personas necesitadas. Se trata de un mercado con buenas expectativas, por el envejecimiento de la población y porque la ley de dependencia --cuyas primeras ayudas se darán en diciembre en Catalunya-- sufragará estas prestaciones. CTF es un clásico de estos servicios. Esta cooperativa de iniciativa social nació hace 25 años con el impulso de 20 mujeres. Hoy los socios no son 20, sino un centenar. Y la plantilla alcanza las 480 personas. Su director general, Ignacio González, prevé un crecimiento "de dos dígitos anuales en los próximos cinco años", que se traducirá en incrementos anuales de plantilla del 15%, por la contribución de la nueva normativa --eje de la política social del Ejecutivo socialista en el presente mandato-- y por el aumento de la demanda de los particulares.

"La sociedad ha cambiado y hoy los hijos prefieren que una persona con formación atienda a sus padres en su propio domicilio", explica el director general de la compañía.Ignacio González dice que CTF encabeza en Catalunya el mercado de los servicios de atención domiciliaria. Atienden a 4.000 usuarios, el 90% ancianos y el resto, niños de hasta tres años cuyos padres requieren el apoyo de profesionales para su cuidado.

El grueso de los ingresos proceden de las administraciones públicas, en concreto de los consistorios, que son quienes tienen competencia en la prestación de servicios de atención domiciliaria. Confían en CTF los municipios de Barcelona, Terrassa, Montcada i Reixach, Sant Cugat, Sant Boi, El Prat de Llobregat y Sant Joan Despí. La empresa también gestiona centros de día y casals d'avis, por cuenta de la Generalitat. Y atiende al pujante cliente particular, que ya supone el 10% de la facturación, que ascenderá a 7,5 millones de euros este año."Es un sector que se ha ganado la atención de aseguradoras y grandes grupos de servicios", dice Ignacio González en alusión a la presencia en la atención domiciliaria de firmas como Clece y Eulen o aseguradoras como Mapfre y Sanitas.
CTF quiere crecer en servicios domiciliarios, un objetivo al que contribuirá la ley de dependencia. Y también quiere ganar mercado en gestión de equipamientos, un segmento que va a más por la evolución de la curva demográfica.

Con la ley de dependencia, según CTF, se ha instaurado un cuarto pilar del Estado del bienestar, junto a educación, sanidad y pensiones públicas. Asimismo, explica González, "se afianza la tendencia a que vayan emergiendo a la superficie muchos de los trabajos que, hasta ahora, estaban sin declarar, en la economía sumergida".

El 97,5% de los empleados de la compañía son mujeres. Y un 25% son de procedencia latinoamericana. Según González, el gran reto es la formación: "Hay que tener muchos conocimientos prácticos y también saber de muchas disciplinas, como por ejemplo nutrición". Cada año CTF destina 10.000 horas a programas de formación interna para los profesionales. Desde sus inicios, la empresa se ha marcado como meta favorecer la integración en el mercado laboral de las mujeres mayores de 45 años.

El director general ha sido fichado hace poco. Menos de los seis meses a partir de los cuales la empresa puede incluir a un nuevo socio. Pero podemos decir que es una persona familiarizada con el cooperativismo, ya que González, de origen vasco, pertenece a las primeras promociones de la Escuela Universitaria de Empresariales de Mondragón.

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