La Organización Medica Colegial (OMC) y el Foro Español de Pacientes han emitido una declaración conjunta sobre el problema dirigida a la opinión pública
Ante las noticias aparecidas en los medios de comunicación referidas a las agresiones médicas y a profesionales sanitarios, la Organización Medica Colegial (OMC) y el Foro Español de Pacientes (FEP) han emitido una declaración conjunta en la que desean comunicar a la opinión pública varias reflexiones.
La declaración señala que "cualquier agresión es rechazable, al igual que cualquier actuación pública que incite o justifique la misma, adquiriendo en el servicio sanitario una relevancia especial al deteriorar y condicionar la calidad del mismo".
Las dos entidades declaran que "las agresiones a los médicos y profesionales sanitarios, sean estas verbales o físicas, constituyen un hecho reprobable que debe ser objeto de denuncia legal y ante las autoridades sanitarias".
Aunque el fenómeno es minoritario, el documento indica que se deben aplicar medidas de prevención y detección precoz del mismo, por lo cual ambas organizaciones piden la intervención decidida de las Administraciones responsables.
Asimismo, declaran que, bajo ningún concepto, los pacientes pueden recibir la calificación ni de víctimas ni de provocadores ante este tipo de fenómeno.
La OMC y el FEP están dispuestos a revisar los protocolos y guías de actuación orientados a la prevención y el manejo de situaciones que puedan conducir a la adopción de actitudes y conductas agresivas, añaden.
También estiman que "la relación médico-paciente se fundamenta en la confianza mutua, expresando los colectivos de pacientes su interés en que los médicos vean a la mayoría de pacientes como personas dispuestas a colaborar y comprometidas con las decisiones médicas".
Solicitan a los medios de comunicación que no conviertan este suceso excepcional en un hecho general para evitar crear alarma social y promover el personalismo de personas que, aunque dicen representar a los pacientes, no están legitimadas socialmente por las principales asociaciones de pacientes del Estado.
La OMC y el FEP expresan su preocupación por la existencia de personas que tienen "intereses personales y económicos en promover demandas judiciales de pacientes a médicos y que contribuyen a difundir mensajes interesados y erróneos en el espacio público mediático".
Finalmente, declaran estar comprometidas en el fomento de espacios de colaboración para aumentar la comunicación, el respeto y la confianza mutua entre médicos y pacientes.
La declaración señala que "cualquier agresión es rechazable, al igual que cualquier actuación pública que incite o justifique la misma, adquiriendo en el servicio sanitario una relevancia especial al deteriorar y condicionar la calidad del mismo".
Las dos entidades declaran que "las agresiones a los médicos y profesionales sanitarios, sean estas verbales o físicas, constituyen un hecho reprobable que debe ser objeto de denuncia legal y ante las autoridades sanitarias".
Aunque el fenómeno es minoritario, el documento indica que se deben aplicar medidas de prevención y detección precoz del mismo, por lo cual ambas organizaciones piden la intervención decidida de las Administraciones responsables.
Asimismo, declaran que, bajo ningún concepto, los pacientes pueden recibir la calificación ni de víctimas ni de provocadores ante este tipo de fenómeno.
La OMC y el FEP están dispuestos a revisar los protocolos y guías de actuación orientados a la prevención y el manejo de situaciones que puedan conducir a la adopción de actitudes y conductas agresivas, añaden.
También estiman que "la relación médico-paciente se fundamenta en la confianza mutua, expresando los colectivos de pacientes su interés en que los médicos vean a la mayoría de pacientes como personas dispuestas a colaborar y comprometidas con las decisiones médicas".
Solicitan a los medios de comunicación que no conviertan este suceso excepcional en un hecho general para evitar crear alarma social y promover el personalismo de personas que, aunque dicen representar a los pacientes, no están legitimadas socialmente por las principales asociaciones de pacientes del Estado.
La OMC y el FEP expresan su preocupación por la existencia de personas que tienen "intereses personales y económicos en promover demandas judiciales de pacientes a médicos y que contribuyen a difundir mensajes interesados y erróneos en el espacio público mediático".
Finalmente, declaran estar comprometidas en el fomento de espacios de colaboración para aumentar la comunicación, el respeto y la confianza mutua entre médicos y pacientes.
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