Las mujeres con discapacidad física de la Comunidad de Madrid son víctimas de malos tratos, discriminación social y laboral. Así lo refleja el estudio "La mujer con discapacidad física en la Comunidad de Madrid. Incidencia de la violencia de género, malos tratos y desempleo como factores de discriminación", presentado esta tarde como iniciativa de la Coordinadora de Minusválidos Físicos de la Comunidad de Madrid y Obra Social Caja Madrid.
El estudio, que da a conocer las situaciones de discriminación que pueden estar sufriendo las mujeres con discapacidad en esta comunidad, ha sido elaborado por Pedro Fernández Santiago tras una encuesta a 64 mujeres con discapacidad física. El objetivo es "detectar la incidencia de violencia que sufren y elaborar una imagen lo más cercana posible a cómo viven y se sienten las mujeres con discapacidad en esta sociedad", señaló el autor.
Tal y como pone de manifiesto la obra, las mujeres con discapacidad de la Comunidad de Madrid se enfrentan a numerosas situaciones discriminatorias y a innumerables barreras que les dificultan la consecución de objetivos de vida considerados como esenciales, como son: el acceso al mundo laboral (mayores cotas de desempleo, salarios inferiores, contratos a tiempo parcial); el acceso a los servicios esenciales y/o a otras infraestructuras del entorno (menos acceso a servicios de salud, culturales de ocio, dificultades de acceso a la red de transportes, escaso acceso a servicios dirigidos a mujeres); el acceso a la educación/formación (mayores carencias educativas y formativas); dependencia familiar (apoyo familiar y económico) y un mayor riesgo de sufrir malos tratos (tanto físicos como psíquicos y sexuales).
Sin embargo, y como consecuencia de la conjunción de todos los factores anteriormente enumerados, el autor de la obra pone de manifiesto que la mayor de las discriminaciones a las que están sujetas estas mujeres con discapacidad física es la absoluta invisibilidad social.Incidencia de las situaciones discriminatorias en las mujeres con discapacidad física.
Cruzando las variable de trabajo y violencia, encontramos que un 55% de las mujeres con discapacidad, que no sufren violencia, trabajan. En el caso de las mujeres con discapacidad que sufren violencia, un 64% no trabaja, con lo que se concluye que la dependencia económica es otro de los factores que puede estar facilitando que las mujeres con discapacidad física puedan estar sufriendo violencia.
Según constata este estudio, es más difícil que una mujer que tiene un alto grado de independencia económica sufra malos tratos. Acceso a servicios y/o infraestructuras del entorno.
El 22% sostiene que tiene dificultades de acceso a cines y teatros, el mismo porcentaje a discotecas, un 6% a espacios deportivos, y un 50% dice tener dificultades de acceso a todos los lugares de ocio.
Acceso al mercado laboral
El porcentaje de mujeres con discapacidad física que no trabajan es superior al resto de los ciudadanos, de manera que un 58% de las mujeres con discapacidad física de la Comunidad de Madrid declaran tener dificultades de integración laboral, lo que desemboca en que un 52% de estas mujeres no trabaje.
Del mismo modo, de las mujeres que trabajan sólo un 25% lo realiza en su profesión y un 11% en un trabajo normalizado, lo que se traduce en una situación de trabajo precaria en el 59% de los casos. Además, cuando se trata del sentimiento de dificultad para poder alcanzar la plena integración laboral, el 35% de estas mujeres contestan que estas dificultades son como consecuencia de su discapacidad.
Acceso a formación y educación
En lo referente a este aspecto, destaca un alto número de mujeres con discapacidad, concretamente el 48%, que ha abandonado la formación. Entre las razones encontramos la falta de estímulos (24%), presiones familiares/sociales (12%), incapacidad (22%) y por necesidad de encontrar trabajo (42%).
Dependencia familiar
En el caso de las mujeres objeto de este estudio, se sigue reflejando la gran dependencia que siguen teniendo de sus familias: aún casadas y viviendo de forma independiente y con hijos, necesitan apoyo familiar. De manera que el 38% recibe apoyo con ayuda económica, el 28% no recibe apoyo, sí ayuda económica, el 31% no recibe apoyo ni ayuda, y en el 3% ni siquiera toman contacto con ellas.
Perfil
La mujer con discapacidad participante en este estudio tiene una edad media de 41.76 año. De ellas, un 68% padece una discapacidad de tipo motora, un 4% de comunicación, un 3% de manipulación y un 25% otro tipo de discapacidad. Por otro lado y, respecto a su estado civil, el 54% están solteras, un 25% casadas, un 7% en pareja, un 5% divorciada y/o separada y un 3% viuda
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