La disfunción eréctil y la eyaculación precoz son los problemas sexuales más frecuentes en el varón, mientras que pérdida de deseo sexual es más común en la mujer
JANO.es · 26 Noviembre 2007
El 12% de los varones españoles de entre 25 y 70 años tiene problemas de erección, uno de los síntomas de la andropausia, según datos de la Fundación Puigvert, que organizó unas jornadas sobre sexualidad, bajo el título "Andrología y medicina sexual: compartiendo el presente, preparando el futuro". Las sesiones acogieron a 200 expertos, que debatieron sobre la disfunción eréctil, definida como la incapacidad repetida de mantener una erección el tiempo suficiente para sostener una relación sexual.
La andropausia es un proceso por el cual las capacidades sexuales del hombre merman con la edad y que es similar a la menopausia femenina, pero la disfunción eréctil también puede ser la manifestación local de problemas de salud general como enfermedades cardiovasculares, neurológicas o diabetes.
Estas cifras preocupan a los especialistas porque se trata de un problema que se puede controlar, pero que muchas veces no es consultado con los médicos. La obesidad, el incremento de grasas en la sangre, el tabaco, el alcohol o la hipertensión arterial pueden dar lugar a alteraciones del aparato circulatorio y, por tanto, a una disfunción eréctil.
Entre la población masculina, el riesgo de presentar este problema es de un 9,5%, pero las posibilidades se incrementan hasta un 15% si se padece hipertensión, hasta un 28% en el caso de la diabetes y un 39% si hay alguna cardiopatía.
La disfunción eréctil también puede ser consecuencia de un trastorno psicológico o psiquiátrico, a causa de una enfermedad de este ámbito o de la medicación necesaria para tratarla.
Entre las causas psicológicas, el cambio de rol de la mujer en las relaciones sexuales origina el 60% de las disfunciones sexuales masculinas, según datos de la Fundación Puigvert, porque hay un gran número de varones que no sabe asimilar el hecho de que, en muchas ocasiones, sea la mujer quien tome la iniciativa.
El aspecto mental es un factor fundamental en el tratamiento de la disfunción eréctil, ya que se trata de una enfermedad que puede provocar ansiedad o frustración. Los expertos aconsejan que la pareja de la persona entienda el problema, dé apoyo y comprensión para ayudar a superar la enfermedad. Por ello, cada vez es más habitual que la disfunción eréctil se trate conjuntamente.
El Dr. Eduard Ruiz, director del Servicio de Andrología de la Fundación Puigvert, afirmó que, en el marco global de la sexualidad, los hombres "fallan" por problemas como la erección o la eyaculación precoz, mientras que las mujeres experimentan "pérdida de deseo sexual" en mayor medida.
El Dr. Ruiz explicó, en declaraciones a Europa Press, que se trata de un "problema de pareja" que se interrelaciona, ya que "cuando hay poca calidad sexual" por parte del hombre es habitual que "la respuesta de la mujer sea un enfriamiento". De esta manera, "se genera una dinámica de pareja complicada y, al final, no se practica el sexo".
Para este especialista, la disminución de la calidad y la frecuencia de las relaciones sexuales suponen un problema de pareja que se agrava por la falta de comunicación y de espacios íntimos.
La andropausia es un proceso por el cual las capacidades sexuales del hombre merman con la edad y que es similar a la menopausia femenina, pero la disfunción eréctil también puede ser la manifestación local de problemas de salud general como enfermedades cardiovasculares, neurológicas o diabetes.
Estas cifras preocupan a los especialistas porque se trata de un problema que se puede controlar, pero que muchas veces no es consultado con los médicos. La obesidad, el incremento de grasas en la sangre, el tabaco, el alcohol o la hipertensión arterial pueden dar lugar a alteraciones del aparato circulatorio y, por tanto, a una disfunción eréctil.
Entre la población masculina, el riesgo de presentar este problema es de un 9,5%, pero las posibilidades se incrementan hasta un 15% si se padece hipertensión, hasta un 28% en el caso de la diabetes y un 39% si hay alguna cardiopatía.
La disfunción eréctil también puede ser consecuencia de un trastorno psicológico o psiquiátrico, a causa de una enfermedad de este ámbito o de la medicación necesaria para tratarla.
Entre las causas psicológicas, el cambio de rol de la mujer en las relaciones sexuales origina el 60% de las disfunciones sexuales masculinas, según datos de la Fundación Puigvert, porque hay un gran número de varones que no sabe asimilar el hecho de que, en muchas ocasiones, sea la mujer quien tome la iniciativa.
El aspecto mental es un factor fundamental en el tratamiento de la disfunción eréctil, ya que se trata de una enfermedad que puede provocar ansiedad o frustración. Los expertos aconsejan que la pareja de la persona entienda el problema, dé apoyo y comprensión para ayudar a superar la enfermedad. Por ello, cada vez es más habitual que la disfunción eréctil se trate conjuntamente.
El Dr. Eduard Ruiz, director del Servicio de Andrología de la Fundación Puigvert, afirmó que, en el marco global de la sexualidad, los hombres "fallan" por problemas como la erección o la eyaculación precoz, mientras que las mujeres experimentan "pérdida de deseo sexual" en mayor medida.
El Dr. Ruiz explicó, en declaraciones a Europa Press, que se trata de un "problema de pareja" que se interrelaciona, ya que "cuando hay poca calidad sexual" por parte del hombre es habitual que "la respuesta de la mujer sea un enfriamiento". De esta manera, "se genera una dinámica de pareja complicada y, al final, no se practica el sexo".
Para este especialista, la disminución de la calidad y la frecuencia de las relaciones sexuales suponen un problema de pareja que se agrava por la falta de comunicación y de espacios íntimos.
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