02.11.07 -
MANU MEDIAVILLA
El 'turismo para todos', que garantice ese 'bien social' a los 3,5 millones de españoles con discapacidad, sigue siendo una asignatura pendiente: el 45% de los 431 establecimientos analizados por el Plan Nacional de Accesibilidad, todos ellos de tres y cuatro estrellas, incumple todos los estándares de accesibilidad, y sólo el 0,7% ofrece niveles óptimos. «Lo que más está costando es romper la barrera mental de los empresarios», subraya Jesús Hernández, director de Accesibilidad de la Fundación ONCE, convencido de que, «si se aplicara, el material legislativo existente sería suficiente para poder avanzar». Por tanto, concluye, hay que buscar la solución en otro sitio, como la formación universitaria especializada o la información adecuada a ese sector clave de la economía.
MANU MEDIAVILLA
El 'turismo para todos', que garantice ese 'bien social' a los 3,5 millones de españoles con discapacidad, sigue siendo una asignatura pendiente: el 45% de los 431 establecimientos analizados por el Plan Nacional de Accesibilidad, todos ellos de tres y cuatro estrellas, incumple todos los estándares de accesibilidad, y sólo el 0,7% ofrece niveles óptimos. «Lo que más está costando es romper la barrera mental de los empresarios», subraya Jesús Hernández, director de Accesibilidad de la Fundación ONCE, convencido de que, «si se aplicara, el material legislativo existente sería suficiente para poder avanzar». Por tanto, concluye, hay que buscar la solución en otro sitio, como la formación universitaria especializada o la información adecuada a ese sector clave de la economía.
Al presentar el II Congreso Internacional Turismo para Todos, que reunirá este mes a una veintena de países en la Comunidad Valenciana, Hernández apostó por convencer a las empresas con argumentos financieros, «a través de la cuenta de resultados». Y al recalcar su invitación a «que vean en las personas con discapacidad un mercado potencial», lo hizo con un punto de ironía: «No te preocupes de mis derechos, preocúpate de mi cartera», dijo.
Pasión viajeraNo hay duda alguna sobre la pasión viajera de ese colectivo, cuyo porcentaje de movilidad turística anual -60%- supera al de la población española -53%-, y podría hacerlo más: casi el 84% de las personas con discapacidad física asegura que le gusta viajar, y al 54% le sobra tiempo para ello. Si no salen, remachó Hernández, «no es por ganas, sino porque es toda una aventura». O más bien tres. Económica, porque la mayor accesibilidad suele coincidir con la mayor categoría y precio de los alojamientos. Física, porque los transportes, hoteles y lugares de ocio componen una generalizada carrera de obstáculos. Y profesional, porque sigue fallando la atención del personal turístico.
Las posibles soluciones van más allá de la imprescindible eliminación de barreras arquitectónicas, urbanísticas y de transporte. Un ámbito clave debe ser la Universidad, enfatiza Hernández, que echa en falta «formación para hacer el turismo accesible y de diseño para todos» en las carreras de Ingeniería, Arquitectura y Turismo. Mercé Luz, directora de Cultura y Ocio de la Fundación ONCE, subraya que estas soluciones «beneficiarán a toda la población», porque los «lugares accesibles pueden servir también para familias con niños pequeños en carritos» y ancianos.
Además, señalan los responsables del congreso, hay que pensar en la atención integral al colectivo desde todos los ámbitos del ocio, lo que exige, por ejemplo, guías turísticos preparados para dar explicaciones a una persona ciega o personal de una recepción hotelera que conozca y sepa tratar a su clientela con discapacidad.
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