La lucha de los
laboratorios para
reforzar las patentes
perjudica el acceso de los
pobres a los
medicamentos
La organización no gubernamental (ONG) Intermón Oxfam ha publicado un informe en el que recalca que las compañías farmacéuticas “buscan en los mercados emergentes el modo de apuntalar unos resultados económicos cada vez más débiles” y que eso perjudica la accesibilidad de los medicamentos para los ciudadanos de los países más pobres.
Redacción.
27/11/2007
La ONG propone que la industria cambie de enfoque ante la disminución de sus ventas y convierta el acceso universal a los medicamentos en el centro de su negocio. A largo plazo, considera que sería una estrategia empresarial más sostenible.
Según el texto, “la industria farmacéutica ha sido incapaz de reconocer el acceso a los medicamentos como un derecho humano fundamental consagrado en el derecho internacional, así como de aceptar que las compañías tienen responsabilidades en este contexto”. El informe es muy duro y asegura que las empresas han abordado el acceso a los fármacos “simplemente como un problema de reputación, lo que ha generado enfoques fragmentarios ad hoc más que soluciones sostenibles”. Por otra parte, lamenta que la respuesta de la industria a unos resultados menguantes se haya centrado en subir los precios y en competir con los genéricos, así como en “defender sus patentes de forma agresiva y prolongar las ya existentes”, en lugar de invertir en investigación y desarrollo de nuevos medicamentos. Aunque el documento no menciona explícitamente a España, estas críticas coinciden con las que ya hizo en su momento la patronal española de genéricos, Aeseg, refiriéndose a la actitud de Farmaindustria (ver DM del 23-III-2007).
Farmaindustria ha defendido con denuedo un acuerdo con el Gobierno español que refuerce las patentes y, precisamente, alargue su vida en nuestro país (ver DM del 8-V-2007) en virtud del Acuerdo de Propiedad Intelectual de la Organización Mundial del Comercio (ADPIC). Intermón Oxfam señala que el ADPIC tuvo en su momento “drásticas repercusiones” en la accesibilidad de los ciudadanos pobres a los fármacos. Además, el propio acuerdo recoge algunas excepciones al sistema de patentes para casos de salud pública. Sin embargo, los Gobiernos que han intentando aplicar esta cláusula para reducir el precio de los medicamentos se han visto sometidos a fuertes presiones de las compañías, de Estados Unidos y de la Unión Europea. El último caso sonado ha sido el de ‘Glivec’(Novartis) en la India.
El informe de Intermón Oxfam lamenta que los laboratorios no ofrezcan precios ajustados a las posibilidades de cada país, calculados mediante fórmulas transparentes, y que sigan promoviendo demasiado las donaciones de medicamentos, “que son impredecibles por naturaleza y socavan la competencia de los genéricos”. También recuerda que se investiga muy poco para patologías que son prevalentes en países pobres porque no se considera rentable.
El documento reconoce algunos avances desde el último informe que trató estas cuestiones, en 2002, pero lamenta la falta de flexibilidad en el asunto de la propiedad intelectual y recuerda que, en los demás terrenos, sigue quedando mucho por hacer.
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