"Debemos ser cautos con las células madre"
En el plazo de 15 años el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha pasado de la nada al todo en el campo de la esclerosis múltiple. El artífice de este cambio ha sido Xavier Montalbán, quien con la creación del CEM-CAT ha conseguido convertir este centro en referente mundial de la enfermedad.
JAVIER GRACIA GM BARCELONA
Domingo, 27 de Julio de 2008
Xavier Montalbán ha declarado a GACETA MEDICA que buena parte de la transformación que ha experimentado la investigación sobre esclerosis múltiple en España se debe a un aumento evidente de la enfermedad en los últimos años, especialmente en mujeres de más de 40 años, pero este hecho no debe obviar que detrás del prestigio internacional de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Vall d'Hebron de Barcelona hay un trabajo bien realizado.
¿En qué condiciones se creó la Unidad de Esclerosis Múltiple del Vall d'Hebrón?
Únicamente con un residente y un adjunto. Hemos pasado de no tener prácticamente pacientes en el año 1990, a visitar en 2007 a más de 4.500 nuevos casos. Llevamos una media de 2.500 pacientes al año, lo que nos convierte en la Unidad de Esclerosis Múltiple que más pacientes controla de forma regular en toda Europa. Actualmente, el CEM-CAT, creado el año pasado, se ha convertido no sólo en referente asistencial, sino que también científico, siendo uno de los cuatro centros europeos con mayor factor de impacto, aunque con una capacidad de con- seguir fondos económicos para investigación cuatro veces menor que el disponible en el resto de centros.
¿Cuentan con suficiente capital humano?
A ese nivel vivimos una situación límite. Contamos con el mismo número de enfermeras que hace 14 años, con una actividad asistencial 25 veces mayor. Esta situación nos obliga a realizar un esfuerzo especial para gestionar nuestro tiempo, porque, al margen de la sobrecarga asistencial, nos hemos convertido en revisores de becas de diferentes ministerios de sanidad de todo el mundo y, por si todo ello fuera poco, dedicamos parte de esfuerzos a la docencia y a la investigación básica y clínica. La mejora de esta situación posiblemente pase por aumentar la eficiencia, optimizar recursos e introducir la figura de los gestores de proyectos.
A pesar de ello no faltan proyectos...
Así es. De forma pionera, estamos realizando un estudio epidemiológico en Cataluña, cuyos resultados publicaremos en el plazo de tres años. Pero también es preciso señalar que hemos puesto en marcha un biobanco, cuya clasificación de muestras es única en todo el mundo y que, de forma paralela, desarrollando más de 30 ensayos con diferentes moléculas, intentando con ello aplicar criterios de translacionalidad y acercar la investigación básica a la clínica diaria, y que los resultados de esa investigación se trasladen a la cabecera del paciente, creando protocolos de tratamiento efectivos.
¿Qué novedades se registran a nivel terapéutico?
Hemos pasado de no tener nada a contar con tratamientos parcialmente efectivos y muy seguros. Ahora entramos en una fase en la que contamos con anticuerpos monoclonales muy efectivos pero de los que desconocemos su umbral de seguridad. El neurólogo debe cambiar su filosofía de abordaje de la enfermedad y empezar a pensar que la eficacia tiene un precio a nivel de seguridad. Si ese precio podemos asumirlo, lo adoptaremos. En este sentido estamos analizando el posible papel de fármacos como natalizumab, que empieza a ser un clásico entre los biológicos y que ya se valora como fármaco de primera línea de tratamiento. Esto supone que empezamos a aplicar tratamientos de inducción y abandonamos los tratamientos escalonados. Junto a él también estamos trabajando con otros fármacos que ya no sólo actúan a nivel de las células T sino que también con las células B, como rituximab, daclizumab, alemtuzumab o la proteína de fusión atacicept.
¿Y con fármacos orales?
Es el gran reto, necesitamos tratamientos cómodos para el paciente. Tenemos algunos realmente novedosos, y posiblemente más efectivos que el interferón beta, como los nuevos antimicóticos, o el fingolimod, capaz de secuestrar los linfocitos en bazo y ganglios pero que se liberan en caso de infección. Perseguimos la personalización del tratamiento del paciente con esclerosis múltiple, y ahora empezamos a tener herramientas para conseguirlo.
¿Qué ocurre con la terapia celular?
La aplicación de células madre todavía esta en fase inicial. Buscar mecanismos que faciliten la remielinización será una tarea difícil, pero la aplicación de los distintos grados de maduración de células madre, hasta llegar a oligodendrocito, sí puede resultar una solución efectiva. Todo pasará por ampliar nuestro conocimiento sobre este proceso y eso implica más investigación. En este sentido, es preciso que ciertas clínicas, de países como Holanda o Alemania, abandonen la práctica de terapias con células madre que no reúnen unas mínimas garantías de calidad. Las células madre son una realidad a nivel de investigación pero en la actualidad es un error realizar tratamientos de este tipo sin estar en le marco de un ensayo clínico bien regulado.
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2 comentarios:
Aunque la máscara que lleva puesta el Dr. Montalbán con el CEM-CAT pueda convencer a muchos, la realidad es que sus pretensiones no se limitan a la mejora del entendimiento de la esclerosis múltiple, ni tampoco a ignorar las alternativas terapéuticas científicamente demostradas como la directa relación del CSSVI en la EM y cuyos pacientes operados han demostrado una disminución de lesiones-tiempo (véase ensayo Zamboni Italia), sino a hacer de la unidad de esclerosis múltiple de la Vall d'Hebron, un laboratorio lleno de cobayas a las cuales se les suministra fármacos que están en fase experimental para con ello, ganar prestigio y adquirir poder. Algo demostrado en su endiosada actitud tan prepotente y déspota que tiene a la hora de tratar pacientes.
Es el perfecto científico que necesitan las farmacéuticas para que los inversores cobren la confianza y las acciones suban por lo alto.
La ciencia exige experimentos, pero no a costa de elevarla a un terreno personal (reconocimiento social), y lo digo bajo un cierto criterio tanto personal como científico. Personalmente, en éste último plano me avergonzaría trabajar a su lado.
Ensayos clínicos de la EM deberían ser abordados desde diferentes perspectivas científicas y no sólo desde la naturaleza terapéutica con anticuerpos monoclonales como el Alemtuzumab (condicionando a los pacientes a que se sometan al ensayo clínico sin haber realizado ensayos previos en la fase I), pero el dinero llama al dinero y el poder a más poder, de ahí que muchos científicos (pero no todos somos así) se hayan convertido en putita de las industrias farmacéuticas.
Suerte Dr.Montalbán... en un futuro la necesitará, pues la máscara del CEM-CAT no siempre le cubrirá.
Como afectada de Esclerosis múltiple me preocupa mucho que nos traten como cobayas, pero si nadie prueba los fármacos nunca sabremos si son efectivos!! No conozco en persona al dr. Montalbán pero me consta que es un gran profesional.
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