Niños con deficiencias psíquicas o autismo y adultos
con esclerosis múltiple asisten a una terapia pionera
con leones marinos.
EFE -Alicante
Niños con deficiencias psíquicas o autismo y adultos con esclerosis múltiple son estos días los primeros participantes de una terapia pionera en el mundo donde la interacción con leones marinos es el eje para mejorar las facultades físicas y emocionales.
El tratamiento experimental sigue en la línea de investigaciones científicas que demuestran la mejora de calidad de vida de personas discapacitadas mediante encuentros con animales, como las ya probadas con delfines.
La Fundación Río Safari es la encargada de desarrollar esta primera edición de "Terapia Asistida con Otáridos" (TAO), que se desarrollará los meses de julio y septiembre en la piscina climatizada del parque zoológico Río Safari en Elche (Alicante).
Los usuarios son niños autistas y niños con parálisis mental que han trabajado previamente con el grupo de investigación de la Fundación, así como adultos de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Alicante (ADEMA).
"Estamos recibiendo más propuestas de otras asociaciones para continuar el proyecto el próximo verano", ha explicado a EFE la psicóloga de la Fundación, Silvia Sebastián.
La acogida del tratamiento ha sido "fabulosa", según la experta, ya que "proporciona una experiencia lúdica y de bienestar única, en la que el usuario consigue aumentar la relajación".
Aunque los resultados finales se analizarán a partir de octubre, Sebastián ha asegurado que ya se ha observado "una mejora de la motricidad, el equilibrio y la coordinación", además de las propias ventajas que conlleva "el fin lúdico y educativo".
"Se trata de una terapia complementaria a otros tratamientos, que hasta el momento no había sido probado en ninguna parte del mundo", ha manifestado la psicóloga.
La mecánica de trabajo comienza con la socialización entre el usuario y el agua, con ejercicios de movilidad y relación, para pasar posteriormente a juegos con los dos leones marinos californianos preparados para esta terapia, Curro y Aragón, ambos de 5 años de edad.
El tratamiento se reparte en diez sesiones coordinadas por un terapeuta, un entrenador, una ayudante de terapias, así como un familiar en el caso de los menores.
Sebastián ha precisado que esta terapia ha precisado de un año de de preparación, investigación y entrenamiento de los animales a partir de ejercicios de modificación de conducta.
"El león marino no es un animal agresivo. Es fácil de entrenar, su conducta puede ser controlada y, en términos generales, genera una empatía muy agradable", ha apuntado la psicóloga.
Este programa forma parte de un conjunto de estudios experimentales de terapia con animales que la Fundación Río Safari ha puesto en marcha desde 2007.
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