martes, 3 de junio de 2008

El ciudadano se debe

implicar en la gestión de la

sanidad (pública)

Por : María Rodríguez Sánchez
Qué papel tiene la ciudadanía en la gestión sanitaria? El grado de implicación de los ciudadanos en los diferentes 'modelos' de gestión sanitaria es cuestión primordial y sin duda relevante. Afecta tanto a la cantidad de los servicios sanitarios que recibimos, como a la calidad de los mismos.

Gestión sanitaria ¿pública o privada? Es difícil que los ciudadanos puedan participar en la gestión de un modelo sanitario privado, y recalco lo de privado. Difícil realmente. Las empresas no responden, en términos de gestión, ante los ciudadanos sino ante sus accionistas. Esto quiere decir que debemos circunscribir el tema a lo público.

La participación de los ciudadanos en este tipo de gestión es no solamente deseable y conveniente sino que es un derecho. Las instituciones públicas deben constituir en su seno las estructuras de participación necesarias que permitan ejercer esos derechos con total libertad, independencia y discrecionalidad.

Cosa bien distinta es el alcance, el nivel o el grado de implicación que deba alcanzar esa participación que a mi juicio debe ser la máxima posible.

La participación introduce legitimidad en la toma de decisiones, da a conocer las preferencias y criterios de los usuarios y abre el abanico a nuevas iniciativas sociales. Esto en un contexto dominado por los cambios y las innovaciones tecnológicas resulta fundamental.

Por otra parte, y si se observa desde el punto de vista de las políticas que se aplican en el ámbito de lo público, la participación de la ciudadanía resulta clave por la demostrada eficiencia que la intervención ciudadana incorpora al sistema.

¿Quiere decir todo esto que, por ejemplo, en España las famosas listas de espera se acabarían si los ciudadanos se implicasen más? No, eso probablemente no va a ocurrir de pronto, pero si conseguimos que los ciudadanos, a través de una participación responsable, interioricen que ésos y otros problemas que aquejan a la sanidad son, de todos, y no sólo de las autoridades sanitarias, tal vez colaboremos a una mayor comprensión del fenómeno, evitemos tensiones y crispaciones indeseables.

Puede que así saquemos a la sanidad de la arena política y empecemos a cambiar, entre todos, una situación muy complicada. En ese contexto la participación de los ciudadanos es imprescindible.


María Rodríguez Sánchez es socióloga. Desde 1984 a 1987 fue directora de los Servicios de Consumo del Ayuntamiento de Madrid. Actualmente es la presidenta de la Confederación de Consumidores y Usuarios CECU.

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