jueves, 6 de marzo de 2008

Cinco estrellas sí,

pero con rampas.

Asociaciones de discapacitados reclaman mayor accesibilidad en la hostelería



FEDERICO SIMÓN - Valencia - 06/03/2008
Fina Mora, vecina de Vila-real de 54 años que se maneja en una silla de ruedas de más de 100 kilos, se despertó una mañana en la habitación de un hotel. Era lujosa, enorme, con puertas espaciosas y un cuarto de baño "enorme, precioso", con sus amplios espacios para acceder a los sanitarios y lavabos exentos, listos para aproximarse con la silla. "Todo perfecto". El jacuzzi para cuatro personas y los techos, forrados con espejos, podían prestarse a equívocos. No los había. Ya por la mañana se dio cuenta de que el hotel, junto a una carretera nacional, estaba rodeado de locales de alterne. Era un hostal para citas. Eso sí, adaptado: "Ideal para que las personas con discapacidad tengan su nidito de amor".

Lógicamente, no era lo que Fina buscaba. Su estancia fue una solución de emergencia que le encontraron sin decirle toda la verdad después de comprobar que el hotel contratado para una semana por la Confederación de Discapacitados Físicos y Orgánicos de la Comunidad Valenciana (Cocemfe-CV) no cumplía los requisitos ofertados.

Cocemfe lleva años recibiendo numerosas quejas. Carlos Laguna, presidente de la asociación, explica que la mayoría de los hoteles incumple la normativa: "Te encuentras con hoteles de 600 habitaciones con solo cinco adaptadas". Algo que les complica celebrar cualquier tipo de congreso. Incluso los hoteles más modernos o los que se han restaurado recientemente, hasta los de cinco estrellas, les dan sorpresas desagradables.

Por todo esto, Cocemfe solicitó recientemente a la consejera de Turismo, Angélica Such, que la Generalitat adoptara "las medidas necesarias para velar por el cumplimiento de la normativa de accesibilidad en el sector turístico".

Llanos Prior, de 41 años, afirma que hay baños que "sí, están adaptados, pero solo para entrar y ver el alicatado, que es muy mono, pero que luego no se pueden utilizar". Como le pasó en un hotel de la costa de Castellón, donde la silla entraba justa y el hueco era tan estrecho que no podía girar ni cerrar la puerta. Los asideros tampoco estaban bien colocados y hubiera tenido que pasar por encima: "Ni un atleta podría hacerlo". Para Llanos, que vive en Valencia y por la calle se maneja con silla eléctrica, está claro: "Un baño se considera que está adaptado si puedo usarlo sola, si me tienen que ayudar, no está adaptado".

Y a veces, aunque haya habitaciones adaptadas, no todos los espacios del hotel prevén su acceso a discapacitados. En una boda en un hotel nuevo de Vila-real, mientras en la azotea se hacía la recepción a los novios, como Fina Mora no pudo acceder a ella, tuvo que esperar en el comedor una hora con la única compañía de los camareros.

En la Comunidad Valenciana no existen guías sobre lugares accesibles, aunque sí hay pequeñas iniciativas, sobre todo en Internet, con relaciones de recursos de ocio aptos para discapacitados. Por ejemplo, en Cocemfe se recomienda el portal www.minusval2000.com , que busca desde hoteles hasta playas accesibles. Y destacan el esfuerzo que supuso para la organización elaborar junto con el Ayuntamiento de Valencia la Guía de la accesibilidad de la ciudad de Valencia. En ella se citan casi 50 hoteles, los más importantes de la ciudad, aunque en algunos casos no disponen de ninguna habitación adaptada y en muchos de ellos su disponibilidad se limita a unas pocas habitaciones accesibles.

Pere Joan Devesa, presidente de Hosbec, la patronal hotelera de Benidorm y la Costa Blanca argumenta que "si bien la hostelería es un negocio, hay una legislación que cumplir". Y añade que Benidorm "es un destino en invierno y primavera para muchos discapacitados españoles y europeos; hay muchos establecimientos adaptados para este segmento de clientela que es importantísimo para nosotros".

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