12 de septiembre de 2008.
Hace 10 años la empresa no existía. Fue precisamente en Septiembre de 1998 cuando dos talentos de apenas 25 años llamados Larry Page y Sergey Brin la crearon. Licenciados en ingeniería informática, criados y educados en ambiente académico y entre ordenadores de segunda generación, Larry y Sergey unieron sus destinos cuando desarrollaban sus tesis doctorales en la Universidad de Standford, en California.
Los dos, que hasta que no se vieron en California ni se conocían, creyeron que lo novedoso y, sobre todo, útil sería generar un instrumento capaz de conseguir rápidamente las mejores búsquedas en Internet sobre un tema determinado. Y lo lograron. Google es un fenómeno valorado ahora en Nasdaq en 130.000 millones de dólares que utilizan a diario cientos de millones de personas. Un instrumento que ha revolucionado de forma prodigiosa las búsquedas de información en la red.
La medicina también le debe mucho a Google. Probablemente es el buscador que utilizan casi todos los que quieren encontrar cualquier cosa que se relaciona con salud en Internet. Y, asimismo, son millones al día en el planeta. Los portales mejor posicionados en la busca que en un momento dado hacen los miles de ordenadores que trabajan para Google suelen ser los mejores. El algoritmo informático de la empresa de Silicon Valley que rastrea los cientos de millones de páginas que tiene la red es realmente bueno y es el gran tesoro que ha hecho que Page y Brin hayan destronado al resto de los mejores buscadores existentes.
Además, lo dicen casi todos los médicos, es también el buscador más utilizado por los profesionales. Al parecer cuando un médico tiene que encontrar algo usa mucho más a menudo Google que, incluso, el portal de la gran biblioteca médica que tiene los Institutos Nacionales de la Salud en EEUU.
Sin embargo, lo que Google ha conseguido en Salud y Medicina apenas es una muestra de lo que quiere hacer. Los ejecutivos de la compañía llevan tiempo diciendo que una de sus áreas de más futuro precisamente es esa. Google Health aún es un embrión comparado con lo que se verá dentro de pocos años.
Además, como la compañía tiene un músculo informático fantástico –gracias también a la capacidad de sus miles de ordenadores en red-, el apoyo que puede suponer para la investigación (sobre todo genómica) será definitivo. Nada en biomedicina se puede hacer ya sin la informática.
Muy pocos habrían adivinado hasta dónde llegaría el sueño de dos portentos de ventitantos años empeñados en mejorar la calidad de las búsquedas que se hacen en la red. De la misma manera que ya no imaginamos un mundo sin móviles e Internet, dentro de poco tiempo nadie imaginará que se puede estar en el mundo de la salud y la biomedicina sin la ayuda de Google o de alguno de los programas que la empresa ha creado o creará.
José Luis de la Serna es subdirector de El Mundo y editor Jefe del Área de Salud
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