Ocho de cada diez internautas recurren a la red para obtener información sobre temas de salud, más aún que los profesionales médicos. ¿Podemos confiar en los contenidos médicos que encontramos en internet?
LARA BONILLA - ARA.cat - Barcelona | Actualizada el 27/05/2012
Cuando a Marta le diagnosticaron un lupus-una enfermedad
del sistema inmunitario-, la segunda cosa que le dijo el médico fue: "No busques
información en internet para el que encontrarás sólo t'espantarà y no quiere
decir que sea el que te pase a ti ". A Marta le faltó tiempo para
escribir lupus
al buscador de Google y en la siguiente visita al médico se dedicó a resolverle
dudas y malentendidos. Marta tiene poco más de 30 años.
Pedro, que
roza los 60 años, también recurrió a Internet cuando el médico le habló por
primera vez de cáncer de próstata. Buscó tratamientos, visitó foros de pacientes y leer
información sobre la velocidad de crecimiento del cáncer y las consecuencias de
una operación.
Cada vez son más los pacientes que visitan el doctor Google
para obtener información sobre temas de salud. Según el estudio
El rol de internet en el proceso
de consulta de información sobre salud,
de la farmacéutica Pfizer, ocho de cada diez internautas de entre 22 y 55 años
utilizan Internet para obtener información médica. De hecho, es la primera fuente de
información, por delante del propio médico y del farmacéutico, ya que el acceso
es fácil y rápido. Este fenómeno, según la médico de familia Montserrat
Romaguera, ha crecido en los últimos cinco años. Las mujeres son las que más
información médica buscan, y la mayoría utilizan la red para complementar el
diagnóstico que obtienen del médico, ya que nunca debe sustituir al
profesional.
El paciente
informado
La relación entre médico y paciente ha cambiado.
Con internet,
la información médica se ha democratizado y el paciente puede acceder a unos
contenidos que antes eran in-imaginables. Una de las ventajas es que el
paciente se implica más en su tratamiento y en la enfermedad. "Antes el paciente tenía un
rol mucho más pasivo y el médico era quien lo hacía todo", explica Romaguera.
Ahora el
enfermo participa más en el diálogo, ya que se ha convertido en un paciente
informado. A
veces, incluso demasiado. "Hay que incluso cuestionan el médico porque dan más
validez en internet que al que le podamos decir nosotros", explica Romaguera,
que es miembro de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar. En general, sin embargo, el
informe Pfizer revela que la confianza que los pacientes tienen en internet está
muy por debajo que la que tienen en los profesionales sanitarios. Un 93% de los encuestados
se fían de la información de los médicos, mientras que sólo un 43% dicen que
confían "bastante" en la información que encuentran en la red.Ir al médico requiere que pedir hora, mientras que para resolver una duda por internet sólo hay que poner el término en cuestión en el buscador, ya sea Google, Yahoo o cualquier otro. Los médicos consideran que es una herramienta útil siempre que se consulten webs fiables y serias. "La mayoría de gente consulta webs no acreditadas científicamente y lo que podría ser una herramienta muy buena puede causar problemas para que el enfermo se fía de cualquier página y algunas dan consejos no adecuados o, incluso, peligrosos", alerta el cardiólogo Joan Gual , del Instituto de Cardiología Blanquerna de Palma. La función del médico es, entonces, hacer de orientador. Vado, por ejemplo, recomienda a los enfermos cuáles son las mejores webs para consultar información sobre su patología. De hecho, la mayoría no conocen webs de referencia sobre salud y utilizan los buscadores, donde introducen el nombre de la enfermedad o el síntoma. Después de los buscadores, Wikipedia y los foros de pacientes son las principales fuentes y sólo un 7% visitan páginas específicas.
"En internet hay de todo, cualquiera puede colgar lo que sea y nosotros tenemos que poner filtros: no debemos perder el sentido común", indica Romaguera. Pero ¿cómo podemos saber si las páginas a las que accedemos son fiables? O como nos aseguramos que quien escribe es un médico? Por eso existen iniciativas como la Web Médica Acreditada, un programa del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona que evalúa la información de los portales sobre salud y otorga sellos de calidad a los que cumplen los requisitos. Desde que comenzó hace más de diez años, ya han acreditado un millar de sitios web.
En su práctica diaria, tanto Joan Gual como Montserrat Romaguera se han encontrado malas prácticas en el uso de internet. Desde personas que intentan perder peso sin esfuerzo con dietas milagro que encuentran en la red y que no tienen en cuenta sus riesgos para la salud hasta enfermos con patologías graves, como el cáncer, que encuentran en la web información sobre últimos avances y curas milagrosas que pueden generar falsas expectativas. Romaguera explica el caso de unos hijos que fueron a la consulta y le aseguraron que "habían encontrado en internet una cura milagrosa para la artrosis de la madre".
Gual también explica que ha encontrado pacientes que abandonan el tratamiento contra la hipertensión y que cambian por complejos vitamínicos o herbolarios "que han encontrado en webs sin aval científico". La automedicación por internet es uno de los problemas que han detectado los profesionales. En el estado español está prohibido adquirir por internet fármacos que requieran receta médica. "La sexualidad y la disfunción eréctil se ha convertido en un mercado", dice Romaguera. "En internet se venden equivalentes a la Viagra más baratos y de dudosa eficacia", alerta.
Lo más buscado en las
webs
Si hacemos caso de los estudios
que han hecho portales como Yahoo.es, el término relacionado con la salud más
buscado por los usuarios ha sido la dieta Dukan . Según un listado que se hizo público el mes pasado,
coincidiendo con el Día Mundial de la Salud, el colesterol aparece en segunda opción, seguido de
plantas
medicinales , lupus , aborto , sida , hemorroides , anorexia , como adelgazar y días
fértiles . En Yahoo.com, términos como
depresión , daño
cerebral y Alzheimer lideran el ranking.
Y en un lugar
destacado también aparecen las enfermedades de transmisión sexual. Aunque ahora sólo el 5% de
los médicos recomiendan páginas web especializadas en su consulta, el futuro
pasa, según Jordi Gual, para que los profesionales se incorporen plenamente a la
red.
Médicos
conectados
De hecho, cada vez hay más iniciativas que van en este
sentido. Ya
hay consultas por videoconferencia y médicos que se comunican vía e-mail.
"Aun así,
todavía son pocos los pacientes que me envían e-mails, aunque creo que esto
puede mejorar la relación para que la comunicación puede ser más tranquila",
dice Gual. Profesionales del ICS en Lleida han impulsado comunidades
virtuales de intercambio de conocimientos sobre nutrición, neumología y
psiquiatría y algunos hospitales y centros de atención primaria ya están en
Facebook y Twiter. El uso de las nuevas tecnologías es muy variado.
"A los
pacientes con parálisis facial, por ejemplo, les aconsejamos que para los
ejercicios de recuperación miren unos vídeos de YouTube", destaca Montserrat
Romaguera. Eso sí, Gual considera que la relación médico-paciente es
insustituible. En el mismo sentido, Romaguera dice: "Por mucha tecnología
que haya, la exploración física y el seguimiento del paciente no lo podemos
perder nunca".
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