sábado, 28 de julio de 2007

TALASOTERAPIA


Teresa Rey, Bien - 27/07/2007
Se dice que el agua es fuente de vida y salud, y es precisamente de esta última cualidad de la que vamos a hablar en las líneas que siguen. En concreto, nos vamos a adentrar en la descripción de los beneficios que proporciona un tipo de agua que casi todos hemos visto o sentido en nuestra piel: el agua de mar.

Pero si hablamos de salud y mar indudablemente tenemos que hacer referencia a la talasoterapia. Un tratamiento que según la Asociación Mer et Santé (Mar y Salud), actual referente de esta especialidad, se basa en la utilización con fines preventivos o curativos, bajo supervisión médica, de las propiedades del clima marino, del agua de mar, los barros, las algas y otras sustancias extraídas del mar.

Pero, ¿qué hace tan especial al agua de mar para que pueda aplicarse con fines curativos? Según el doctor Pedro Guzmán, director médico de los centros de Talasoterapia Canarias San Agustín y Amadores, el agua de mar tiene la particularidad de que posee las mismas características que el plasma sanguíneo por lo que contiene cloruro de sodio y la mayoría de minerales del plasma (azufre, calcio, cloro, sodio...). "El organismo humano en condiciones de estrés marcado o de fatiga física o mental consume esa energía y la va agotando, por lo que el agua de mar, debido a las cualidades antes mencionadas, permite recuperarla".

El aire marino (rico en iones negativos) saturado de microgotas de agua de mar, estimula el sistema inmunitario y le ayuda a resistir mejor ataques de microbios y ciertas manifestaciones de estrés, aseguran fuentes de Talasoterapia Canarias. También es rico en yodo, por lo que actúa directamente sobre la glándula tiroides y participa en la expulsión de los lípidos.

Aplicaciones

Las patologías o aplicaciones más frecuentes de la talasoterapia se pueden dividir en cuatro grupos, matiza Guzmán. En primer lugar se pueden tratar problemas crónicos como pueden ser el reumatismo de las articulaciones o la artrosis. "La enfermedad no se cura — señala el doctor — porque generalmente se trata de patologías crónicas, pero sí se consigue mejorar la sintomatología y espaciar en el tiempo la aparición de crisis". En estos casos, la aplicación de algas o fango contribuye a eliminar la rigidez de las articulaciones.

Un segundo grupo engloba a los pacientes con trastornos psicosomáticos o de estrés derivados del ritmo de vida actual.

El tercero abarca las enfermedades relacionadas con la respiración y el hábito de fumar. En este último caso, lo que se hace no es un tratamiento de deshabituación sino de desintoxicación y purificación de los pulmones.

Por último, la talasoterapia también se emplea con fines terapéuticos para los deportistas de alto rendimiento, y con fines estéticos o de embellecimiento tanto facial como corporal.

En cuanto a las contraindicaciones, el doctor Guzmán asegura que "hay muchas, no obstante todo va a depender de las características de la persona y de lo estipulado en cada centro". Hay que tener especial cuidado con mujeres embarazadas y niños. De forma general, "todas aquellas patologías que estén descompensadas no son susceptibles de ser tratadas con talasoterapia", afirma el doctor.

Normativa y obtención del agua

No existe una normativa específica que estipule la situación y la forma en la que una instalación puede aprovechar los beneficios del agua marina, pero sí unas premisas internacionales asumidas por esta clase de centros. Así, según estas indicaciones se establece que un centro de talasoterapia no puede estar situado a más de 1.500 metros del litoral, ni a más de 800 metros de altitud y que no puede tener, en las inmediaciones, fábricas que puedan producir una contaminación química del agua.

En cuanto a la obtención del agua, por ejemplo en el centro de Talasoterapia Canarias San Agustín el agua de mar se consigue mediante una bomba de extracción, y se acumula en depósitos donde es tratada y esterilizada. Primero se calienta por encima de los 70 ºC, pasa por un sistema de filtros de arena, rayos ultravioleta y tratamientos de bromo. El agua que finalmente sale del baño no se puede tirar directamente al alcantarillado habitual. Así que existe una empresa que se encarga de desalar esta agua y aprovecharla para el riego.

El control de los niveles de agua es diario y cada 15 días se realizan análisis químicos bacteriológicos del agua. Para evitar posibles dudas respecto a las instalaciones y la autenticidad del agua empleada, Pedro Guzmán recomienda verificar que el centro está certificado adecuadamente.

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