El daño en la mielina no
desencadena la EM.
Numerosas investigaciones sobre la esclerosis múltiple han revelado que se trata de un trastorno autoinmune en el que las propias células de defensa del cuerpo del paciente atacan la mielina en el cerebro y en la médula espinal. Pero la principal incógnita sobre esta enfermedad radica en cómo se origina, un interrogante que han intentado responder numerosas hipótesis no confirmadas. Una de ellas es la denominada hipótesis neurodegenerativa, basada en observaciones de ciertos pacientes que mostraban daño en la mielina sin que se presentara ningún tipo de ataque inmune discernible.
Sin embargo, una reciente investigación llevada a cabo por un equipo de la Universidad de Zúrich contradice esa hipótesis tras demostrar que la muerte de los oligodentrocitos, células que producen la capa de la mielina, no es la causa del desarrollo de la esclerosis múltiple. Mediante una modificación genética, los autores indujeron a un modelo de ratón defectos en la mielina sin alertar la defensa inmune. Los datos de trabajo publicado en Nature Neuroscience revelan que la hipótesis neurodegenerativa está obsoleta, pues no se obtuvo ninguna evidencia de esclerosis después de que la respuesta inmune se activara ante la mielina dañada y una infección.
El equipo sigue estudiando en las causas y los orígenes de la esclerosis múltiple, y según los autores los trabajos en el futuro se centrarán menos en el cerebro y más en el sistema inmune.
Más información: Nature Neuroscience
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