Se descarta asociar fingolimob
con infecciones o tumores
Nuevos datos presentados en el 5º Congreso Trienal Común del Comité Europeo para el Tratamiento y la Investigación de la Esclerosis Múltiple (Ectrims) han descartado la asociación entre fingolimob —comercializado por la compañía suiza Novartis como Gilenya—y enfermedades infecciosas o tumores.
Estos datos, después de los avances producidos tras un año de experiencia en la aplicación de esta terapia en Estados Unidos donde ya ha sido administrada a más de 20.000 pacientes, constatan la eficacia y seguridad que fingolimob ya demostró en la fase de ensayos clínicos.
Asimismo, se han completado algunos datos que habían sido presentados en la reunión de la Academia Americana de Neurología de este año, que demuestran que fingolimob reduce el índice de atrofia cerebral en un 40 por ciento en comparación con placebo e interferones, con lo que se confirma su capacidad neuroprotectora. En esta misma línea, durante el congreso celebrado recientemente en Ámsterdam se constató su alta incidencia en la reducción de recaídas por parte de los pacientes, hasta en un 70 por ciento en aquellos con enfermedad activa.
"Podría decirse que la noticia, en este caso, es que no hay noticia. Fingolimob sigue acreditando su eficacia y seguridad en el uso cotidiano, como ya hiciera en los ensayos clínicos", sentenció Alfredo Rodríguez Antigüedad, responsable de Esclerosis Múltiple del Hospital de Basurto, en una conferencia de prensa en la que explicó los avances producidos en la investigación y en la que se aludió a la inminente aprobación de la molécula por parte de la Agencia Española del Medicamento (Aemps).
Efectos secundarios
Esta tendrá que tener en cuenta sus efectos secundarios. En este sentido, se ha constatado la necesidad de que los pacientes estén en comunicación con un especialista en las seis horas siguientes a su primera administración, dada la posible aparición de cefaleas, aumento de enzimas hepáticas, diarrea, fiebres, dolor de espalda o tos. A su vez, se han detectado algunas alteraciones en el ritmo cardiaco, por lo que se aconseja a los que padezcan alguna enfermedad coronaria que sea un cardiólogo el que supervise la aplicación de este tratamiento.
A este respecto, cabe añadir que los estudios sobre los efectos secundarios de la molécula han comenzado solo hace siete años, por lo que la acumulación de experiencia será clave para ir evaluando con mayor exactitud cuáles podrían ser las consecuencias de un tratamiento continuado en el tiempo. Los datos que hay disponibles hasta el momento sitúan a fingolimob como tratamiento para toda la vida, algo que no es posible con otra de las novedades en esclerosis múltiple, natalizumab, por los altos factores de riesgo que se asocian a su aplicación duradera. En todo caso, la compañía suiza ya trabaja en Baf, "una versión mejorada que se espera pueda estar aprobado en unos cuatro o cinco años", según apuntó la responsable médico del área de Neurociencias de Novartis, Carmen Navarro. La idea es mantener el mecanismo de acción de fingolimob reduciendo los efectos adversos que este presenta.
Además de las propiedades de esta molécula, en Ectrims se presentaron estudios sobre la incidencia positiva de la vitamina D como elemento preventivo de la EM; así como la influencia en la aparición de la enfermedad que podría tener la flora bacteriana. Si esta teoría se consolidara, el tratamiento de la EM pasaría por el uso combinado de antibióticos e inmunomoduladores.
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