La Universidad del País Vasco
y Biodonostia buscan marcadores
para predecir la esclerosis múltiple
Informáticos e investigadores del área de neurociencias calculan algoritmos para detectar la enfermedad
Informáticos de la UPV/EHU trabajan junto a los investigadores de Biodonostia, el primer instituto de investigación sanitaria del País Vasco, en algoritmos que permitan predecir la esclerosis múltiple. La investigación la publica la revista internacional 'Public Library of Science' (PLoS ONE) y hay una patente en marcha entre Osakidetza y la UPV/EHU.
Los investigadores de Biodonostia sospechaban que algunas de las moléculas denominadas microRNA podían tener que ver con la esclerosis múltiple, o servir como biomarcadores, por lo que tomaron muestras y analizaron los niveles de expresión. Fue entonces cuando la bioinformática entró en juego. «Generaron estos datos, nos los pasaron, y nosotros tratamos de construir un modelo clasificatorio que, introduciéndole los niveles de expresión, fuese capaz de predecir si había o no enfermedad, o el estadio de esta», explica Iñaki Inza, uno de los investigadores.
Para ello, el equipo ha convertido los genes en números gracias a los chips de DNA, un artilugio que guarda todos los genes conocidos del ser humano. Los resultados han sido bastante buenos ya que los modelos predecían bastante bien la enfermedad y, a partir de ahí, han empezado una serie de fases de validación , explican.
Dentro de Biodonostia, son los investigadores del área de neurociencias, liderado por el doctor Adolfo López de Muniain, los que han mostrado mayor interés en las herramientas desarrolladas por estos informáticos de la UPV. De este modo, han trabajado conjuntamente en estudios sobre el Parkinson, la demencia frontotemporal y la distrofia muscular. Sin embargo, «los frutos más visibles los hemos tenido por ahora con la esclerosis múltiple», explica Inza.
De premio Nobel
El mismo Inza afirma que «quien encuentre los biomarcadores de la esclerosis múltiple ganará el premio Nobel», con lo que remarca así la dificultad de dicho reto. Los investigadores e informáticos creen que están dando pasos en la dirección correcta.
Gracias a la bioinformática los investigadores han dejado de invertir años en un único gen. Por lo tanto, según Borja Calvo, miembro del grupo, la hipótesis ahora es que hay algún gen implicado. Antes era mucho más difícil acertar porque se apostaba por encontrar un gen implicado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario