sábado, 3 de julio de 2010

Segundo Encuentro: EM

Varios frentes de asedio contra la EM

Poco se conoce aún sobre la patogénesis de la esclerosis múltiple y los factores ambientales que pueden estar relacionados con su desarrollo. Aunque se sabe que una alimentación equilibrada es positiva para cualquier persona, hasta ahora no existe evidencia científica suficiente para afirmar que estos pacientes deban seguir una alimentación especial o que deban prescindir de determinados alimentos por su enfermedad.

DIARIO MEDICO - Karla Islas Pieck. Barcelona - Viernes, 2 de Julio de 2010

A pesar de que están disponibles diversos libros que abordan la temática de la alimentación de los pacientes con esclerosis múltiple y de que es muy fácil encontrar información en foros de internet sobre diversas pautas dietéticas específicas para estos enfermos, hasta el momento no se dispone de evidencia científica suficiente para afirmar que existe una relación directa entre la comida y el desarrollo o evolución de esta patología, según ha explicado Xavier Montalbán, director clínico de Neurociencias del Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona, y director del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (CEM-Cat).La mayoría de recomendaciones dietéticas para estos pacientes se centran en una misma hipótesis que sugiere que se deben preferir los alimentos ricos en ácidos grasos esenciales y evitar las grasas de origen animal.
El equipo que dirige Montalbán participará en el primer estudio internacional fase II que comparará el efecto de los ácidos grasos de cadena muy larga con placebo, según ha anunciado con motivo del segundo encuentro sobre Nutrición y Enfermedades Neurodegenerativas organizado por Diario Médico e impulsado por el Instituto Tomás Pascual, en el que han participado también Albert Saiz, coordinador de la Unidad de Neuroinmunología y Esclerosis Múltiple del Servicio de Neurología del Hospital Clínico de Barcelona, y Antonio Escartín, del Servicio de Neurología del Hospital de San Pablo, de Barcelona.Los tres especialistas han explicado que hasta ahora la causa de la esclerosis múltiple sigue siendo un misterio. No obstante, poco a poco se van desvelando diversos aspectos relacionados con ella que sugieren una determinada predisposición genética, así como la interacción de ciertos factores ambientales que pueden contribuir a su desarrollo.
En esta línea, en el último número de The Lancet Neurology un equipo de la Universidad de Harvard explica la relación entre vitamina D (por exposición solar, fuentes dietéticas y concentraciones séricas de 25-hidroxivitamina D) y riesgo de esclerosis múltiple. Los resultados de los estudios respaldan un efecto protector de la vitamina D, pero hay incertidumbres respecto a cómo se ejerce esa protección, el influjo de las variaciones genéticas y cómo incide la vitamina D en la progresión de la esclerosis.
Montalbán ha indicado que, "si bien no sabemos la causa exacta, cada vez conocemos más los mecanismos de la enfermedad y eso es fundamental porque nos ha permitido diseñar terapias y las estamos utilizando. Es un ejemplo bien claro de investigación traslacional".A su juicio, uno de los avances más significativos de los últimos años es precisamente "la capacidad para modificar la historia natural de la enfermedad por medio del control intenso del fenómeno inflamatorio que ocurre en estos enfermos".
Para Saiz, otro de los grandes pasos que se han dado consiste en la posibilidad de detectar la patología en fases más tempranas: "Ahora las personas tienen mayor accesibilidad a la sanidad y nosotros disponemos de más herramientas de imagen que nos permiten un diagnóstico más precoz, y también los criterios se han simplificado, lo que facilita su aplicación".
'Hermanita pobre'Escartín ha recordado que hace algunos años, cuando el uso de las herramientas de imagen era incipiente, "la esclerosis múltiple era la hermanita pobre del diagnóstico en neurología. El problema es que determinados aspectos siguen siendo problemáticos y aún es obligatorio descartar otras enfermedades para poder dictaminar esclerosis múltiple".
Actualmente están en marcha diversos proyectos de investigación con nuevos fármacos que mejorarán el pronóstico y calidad de vida de estos enfermos, lo que plantea un panorama alentador, aunque por el momento no se vislumbre la posibilidad de curación de la enfermedad.
Según ha añadido Montalbán, "la investigación en España es de gran calidad, a pesar de la diferencia enorme que hay entre los presupuestos en comparación con otros países del entorno. Nuestra producción científica es realmente más que notable y en este sentido creo que Cataluña ha contribuido de forma muy significativa a la elaboración de los criterios diagnósticos de la esclerosis múltiple. Aunque el presupuesto sea quince, veinte o treinta veces inferior al de otros grupos de investigación, los resultados en términos de publicaciones y factor de impacto son realmente notables".
Actualmente existen cuatro fármacos basados en interferones, además de la mitoxantrona y el natalizumab para el tratamiento de esta patología. Los fármacos orales están en fases muy avanzadas de investigación y seguramente el próximo año algunos de ellos estarán disponibles, como el fingolimod y la cladribina.
Otras moléculas, como el fumarato, laquinimod y teriflunomida también se encuentran en fases muy avanzadas de investigación, "y tienen un perfil de seguridad muy atractivo. Se piensa que alguna podría tener incluso un cierto efecto neuroprotector aparte del mecanismo antiinflamatorio", ha indicado Montalbán.
Además, en otra línea de trabajo están los anticuerpos monoclonales que se encuentran en estudios en fase II y III como es el caso de ocrelizumab, daclizumab y alemtuzumab.
Al respecto, Saiz ha añadido que "hay muchos otros fármacos que están en fase de investigación, algunos de ellos en forma de terapia combinada, y se está explorando esa parte del tratamiento contra la neurodegeneración".
El hecho de que haya tantos proyectos en marcha sobre esta enfermedad plantea un problema para poder reclutar a los pacientes, según han comentado los expertos. "Eso implica que debemos modernizar nuestra metodología de ensayos clínicos, ya que estamos usando esquemas muy clásicos en los que necesitamos un gran número de participantes controlados durante un largo tiempo. Sin duda, uno de los retos futuros que tenemos consiste en mejorar y optimizar los ensayos clínicos", ha dicho Montalbán.

Patrocinado por el Instituto Tomás Pascual.

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