Las células madre neurales actúan en
el sistema inmune.
Las células madre adultas pueden proteger al sistema nervioso central, o promover su reparación, modulando el sistema inmune, según concluye un estudio que se publica en PLoS ONE y en el que participa el Centro de Investigación Príncipe Felipe, de Valencia.
SONIA MORENO - 9 de Julio de 2009
La inyección subcutánea de células madre neurales en la zona subventricular promueve la recuperación en el modelo murino de esclerosis múltiple.
Pero la razón de esta mejoría no se encuentra en la reparación de tejidos dañados, como se viene observando en otros trabajos que emplean este tipo de células adultas, sino en la modulación de los mecanismos de otras células, en este caso implicadas en la destrucción de mielina.
Así lo ha comprobado un trabajo que firman investigadores del Hospital de San Rafael, en Milán, del Instituto de Santa Lucía, en Roma, del Instituto de Ciencias Biomédicas Abel Salazar, de la Universidad de Porto, y del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) y la Universidad de Valencia.
Uno de los autores, José Manuel García-Verdugo, catedrático de Biología Molecular y responsable del Laboratorio de Morfología Celular del CIPF, sintetiza que han constatado cómo las células madre neurales injertadas en el cerebro de los animales se desplazaron y sobrevivieron más de dos meses en los ganglios linfáticos.
Allí, esas células madre permanecieron indiferenciadas y modificaron el microambiente al bloquear la activación de las células dendríticas, que, a su vez, no activaron a los linfocitos T ni tampoco, siguiendo el mecanismo en cadena característico de la esclerosis múltiple, atacaron a la mielina.
La presencia de las células inyectadas en los ganglios linfáticos resultó una sorpresa para los investigadores: "Veíamos que la enfermedad mejoraba con la inyección de las células, pero no encontrábamos ningún cambio en la zona subventricular, así que se buscó en todo el modelo animal, hasta que dimos con las células en los ganglios".
García-Verdugo reconoce que el hallazgo tiene importantes consecuencias en el ámbito de la investigación experimental, aunque aún es muy pronto para plantearse extrapolaciones a la enfermedad humana.
El siguiente paso en esta línea de trabajo es combinar la reparación de tejidos dañados con el efecto de la terapia celular como reguladora del sistema inmune, y comprobar si ese doble ataque reduce aún más los picos de destrucción de la mielina.
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