domingo, 24 de febrero de 2008

Las multas consiguen que se

empiecen a respetar los

aparcamientos de

minusválidos


Una persona en silla de ruedas necesita ir al centro de la ciudad a realizar alguna gestión burocrática urgente. Se monta en su vehículo adaptado, saca la tarjeta azul que acredita su minusvalía y emprende el camino. Sabe que por lo menos en Santo Domingo, la Plaza de Minayo y el Paseo de San Francisco hay plazas reservadas para discapacitados, así que confía en no tener problemas.

Primer intento: ocupado. Segundo intento: ocupado también. Tercer intento: más de lo mismo... Cansado y desesperado, se deja vencer por la resignación y regresa a casa. Mañana lo intentará otra vez. Con esta situación se enfrentan cada jornada los alrededor de 500 minusválidos que están autorizados por el Ayuntamiento para estacionar su vehículo en las plazas reservadas para esta causa. Pero el problema no es que haya pocos aparcamientos para discapacitados, 'la cuestión es que los pacenses no los respetan y todo el mundo deja el coche sin tener autorización.

El 97 por ciento de las veces están invadidos por conductores que no lo necesitan'. Tal y como explican desde la sede pacense de la Asociación para la Atención de Minusválidos Físicos de Extremadura (Apamex), 'los ciudadanos de Badajoz no están para nada sensibilizados con esta materia. No entienden ni se paran a pensar en las molestias que su mala práctica ocasiona día a día', explica Jesús Gumiel, presidente de esta entidad. 'No es sólo que tenemos mucha menos movilidad, sino que necesitamos espacio para que baje la silla de ruedas y una plaza de aparcamiento normal no está adaptada a estas necesidades', apostilla Manoli Calvo, miembro de Apamex.

Sin embargo, la situación ha cambiado desde hace algo más de una semana. La Concejalía de Tráfico ha puesto en marcha una campaña que persigue a los conductores que infringen la ley y optan por dejar su vehículo en alguno de los 70 aparcamientos para discapacitados que existen en la ciudad. José Antonio Monago, concejal del área, asegura que sólo en los últimos nueve días se ha sancionado a 63 conductores (en 2006, por ejemplo, se pusieron 700 multas en todo el año).

De este modo, los pacenses han empezado a respetar estos espacios reservados, 'pero no porque se hayan vuelto solidarios, sino porque se les está tocando el bolsillo', tal y como asegura Gumiel. La sanción económica por esta falta oscila entre los 90 y los 150 euros, aunque no conlleva la retirada de puntos del carné. 'Podemos decir que la campaña está teniendo un éxito total. Antes era impensable aparcar en el centro, ahora se puede y, además, todos los coches que estacionan en estos lugares tienen la cartulina azul. Estamos muy contentos con la medida, aunque el reto es concienciar a la gente', asegura el presidente de Apamex.

Esta cartulina azul se trata de una tarjeta que acredita la minusvalía del conductor y que ha de expedirla el Ayuntamiento. 'Para que te la den debes tener el coche adaptado y el certificado de discapacidad', dice Manoli, poseedora de una de ellas. 'La tarjeta sirve para todos los países de la Unión Europea, por lo que es muy útil', apunta Jesús Gumiel. 'La campaña es muy positiva, pero nosotros queremos seguir con nuestras conferencias en colegios e institutos y recorriendo todos los ayuntamientos de la provincia con ciclos informativos para concienciar a la ciudadanía', expresa Gumiel.

'Ya en su día propusimos que las multas que se ponían a los conductores por invadir estos espacios reservados se cambiaran por charlas informativas que nosotros podemos impartir de forma gratuita, pero estamos a la espera de que el Ayuntamiento nos dé una respuesta a esta proposición', recuerda. 'Hasta que no pasen un par de generaciones los pacenses no van a aprender a respetar esta causa, por eso hay que seguir trabajando'.
Terra Actualidad - VMT

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