martes, 1 de julio de 2008

II MARCHA por la VISIBILIDAD de la DIVERSIDAD



FUNCIONAL


Tendrá lugar el próximo 13 de Septiembre y transcurrirá como el año pasado por la Calle Atocha de Madrid.

Las personas con diversidad funcional (discapacidad) tienen los mismos derechos que el resto de la sociedad. Sin embargo es obvio que estos no se hacen efectivos así como así. La historia muestra la necesidad de una reivindicación previa de los distintos colectivos discriminados (trabajadores, mujeres, homosexuales etc.) para hacer realidad esos derechos teóricos.

En el ámbito de la diversidad funcional, en nuestro país, este movimiento reivindicativo es un recién nacido que sin embargo no para de crecer. Frente a políticas caritativas basadas en subvenciones graciables siempre insuficientes y que han de completarse para ir tirando con una llamada a la buena voluntad del ciudadano se hace necesario exigir políticas que procuren los apoyos necesarios para que todo diverso funcional y por extensión sus familiares puedan vivir con dignidad y en igualdad de oportunidades con los demás.

Recordemos: no hace mucho tiempo la existencia de unas pensiones tras la vida laboral eran tan impensables como una educación pública gratuita; no digamos nada de la posibilidad sanitaria universal de la que hoy disfrutamos. Bien es cierto que con sus defectos y carencias siempre mejorables hoy contamos con tres pilares del bienestar bien asentados. ¿Por qué no un cuarto?

Los que se han resistido a los cambios siempre han esgrimido argumentos varios, pero el más utilizado quizás haya sido la falta de dinero. Sin embargo, la conciencia y presión de los distintos grupos discriminados siempre han desmontado esta excusa como lo muestra la obviedad de los derechos conseguidos.

Algunos elementos:

Séptima, octava o novena potencia mundial, los distintos informantes no se ponen de acuerdo, pero todos apuntan a un grado de desarrollo económico similar a distintos países europeos que llevan años acogidos al modelo de Vida Independiente concretando un auténtico cuarto pilar del estado del bienestar.

Distintos estudios revelan un gasto inferior de éstas políticas respecto de las trasnochadas políticas excluyentes basadas en la institucionalización en residencias o en casa.

La utilización del dinero público es un elemento muy a considerar. No se establecen prioridades razonables cimentadas en criterios sociales. ¿Qué es preferible? ¿Qué toda persona que padezca parálisis cerebral o una tetraplejía disponga de atención diaria de un fisioterapeuta durante al menos dos horas, o que se financie a individuos riquísimos -pensemos en una estrella de la ópera o el pop- mediante ayudas directas, cesión de patrimonio público y bonificaciones fiscales?

El 13 de septiembre, diversos y no diversos funcionales tenemos una oportunidad de hacernos oír en la segunda Marcha por la visibilidad de la Diversidad Funcional. Que no sea por pereza...


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