El estudio más completo sobre la testosterona hasta hoy desvincula que esta terapia aumente el riesgo de sufrir un cáncer de próstataAZPRENSA Madrid (06/01/2008)
Los hombres mayores que presentan niveles bajos de testosterona y reciben suplementos de esta hormona experimentan un aumento de su masa muscular y un descenso de los niveles de grasa en su cuerpo, sin embargo este refuerzo hormonal no genera una mejora en su movilidad o capacidad cognitiva en comparación con los hombres de la misma edad que no toman el citado suplemento, según un estudio realizado por investigadores del Hospital Universitario de Utrech (Países Bajos) publicada en Journal Medical Association (JAMA).
"El envejecimiento masculino está asociado con un gradual pero progresivo descenso de los niveles de testosterona y la caída de los niveles de testosterona está relacionado con muchas señales de envejecimiento, como el descenso de la masa muscular y la fuerza de los músculos, el descenso de la capacidad cognitiva y el aumento de la grasa abdominal", indican los autores del estudio que analizó los efectos que producen los suplementos de testosterona.
La investigación del profesor Marielle H. Emmelot-Vonk comprobó los efectos de este complemento en la movilidad, capacidad de cognición, densidad mineral de los huesos, composición corporal, lípidos, calidad de vida y parámetros de seguridad en hombres mayores con niveles de testosterona inferiores a los 13,7 nanomoles por litro (nmol/L), es decir, menos que el nivel medio que presenta este grupo de edad, durante un periodo de seis meses.
La prueba, que duró desde enero de 2004 hasta abril de 2005, incluyó a 207 hombres con edades comprendidas entre los 60 y los 80 años de edad que recibieron 80 miligramos de testosterona o placebo dos veces diarias durante el tiempo que duró la investigación. Los resultados demostraron que este complemento logró aumentar la masa muscular de los individuos y bajar la grasa abdominal, pero no mejoraron la fuerza ni la capacidad motora de los participantes.
La función cognitiva y la densidad mineral de los huesos no cambió y los niveles de HDLc descendieron. Al término del trabajo, el 47,8 por ciento de los hombres del grupo que tomó testosterona contra el 35,5 por ciento de aquellos que ingirieron placebo experimentó la aparición de síndrome metabólico, caracterizado por un alto factor de riesgo de enfermedad cardiovascular o diabetes tipo 2.
Los niveles para medir la calidad de vida no fueron muy diferentes en los dos grupos y no se notificaron episodios adversos significativos en ninguno de los dos conjuntos de participantes. Los suplementos de testosterona se asociaron con un aumento de concentración de queratina en la sangre y no se registraron efectos adversos en la próstata a pesar de que algunas investigaciones apuntaban la posibilidad de que las terapias basadas en esta hormona podían incrementar el riesgo de cáncer de próstata.
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